Dos cadáveres han sido confundidos y, uno de ellos, al que su familia iba a enterrar, finalmente, fue incinerado. Tras los hechos, han abierto un expediente de información previa para tratar de esclarecer lo ocurrido.
Los dos cadáveres llegaron al Instituto de Medicina Legal (IML) de Cádiz pero las identidades se intercambiaron y un malagueño que quería ser enterrado terminó siendo incinerado, mientras que los restos de una mujer que debía ser incinerada casi termina siendo velada en Málaga.
Desde la Junta de Andalucía han «lamentado profundamente lo ocurrido» y fuentes de la Consejería de Justicia han señalado que «es una situación que nunca se debía haber producido». Además, han pedido disculpas a la familia y así se le ha transmitido desde la dirección del IML, insistiendo en que «lamentamos muchísimo que por este error no hayan podido dar la sepultura elegida a su familiar».
La confusión se destapó cuando los empleados de la funeraria descubrieron que el cadáver que iban a trasladar no era del hombre, sino de una mujer.
La última voluntad del hombre fallecido, tal y como siempre había expresado a sus hijas, era ser enterrado junto a su madre en el cementerio de Rincón de la Victoria. Fue una pérdida inesperada, a lo que se une la frustración de no haber podido cumplir su última voluntad debido a este error que desencadenó en la pérdida del cuerpo.
