A través de juegos, interacciones y aprendizaje, las crías de gorila no solo crecen, sino que también contribuyen activamente a la unidad y fortaleza de su grupo familiar. Ejemplo de todo ello, ha sido lo ocurrido en Bioparc Fuengirola durante estos últimos años. Hace cuatro, el parque despertaba con el nacimiento de Ekan, un pequeño gorila de occidental de llanura que alimenta la esperanza de conservación de su especie.
Ekan llegó para asumir un papel muy importante en su grupo familiar: su cohesión. Este primer gorila andaluz celebra su cuarto aniversario y ha sido sorprendido con una enriquecedora y sabrosa tarta que han realizado sus cuidadores.
De hecho, aunque a medida que crezca esto irá siendo menos frecuente, Ekan mantiene una relación muy especial con su progenitor: Echo. La evolución del pequeño estará marcada por el carácter del macho y su poder en el grupo. Además, Ekan explora continuamente toda la instalación y no deja de interactuar con otros miembros del grupo como es Wefa, la hembra más joven.