23-F: algo para recordar

«¡Quieto todo el mundo!, ¡silencio!, ¡se sienten coño!». Muchos guardamos en la memoria aquellos gritos, los disparos y el silencio de después. Porque cuando las balas hablan las voces callan, cuando la fuerza se impone el miedo se instala y las ideas, el diálogo y los pensamientos huyen.

Dicen que quien no conoce su historía corre el riesgo de repetirla, por eso, todos debemos de recordar el 23 de febrero como el día que nuestra democracia estuvo en serio peligro y tenerlo muy presente.

Recuerdo aquel día en casa, tendria 13 o 14 años, mis padres andaban inquietos y serios escuchando la radio toda la tarde con esas caras de preocupación del que ve peligrar su modo de vida, su tranquilidad, su libertad.

Fue mi tío Paco, seis años mayor, el que días después a su manera nos contó a mis hermanos y a mí lo que había pasado.

Estamos en una época convulsa y revuelta, con diversos frentes cargados de inseguridades y miedos. Tambíen en lo político vivimos tiempos difíciles, llenos de enfrentamientos extremos, de incitación al odio, a romper el diálogo, al insulto constante, en fin, parece un marco idóneo para cualquier situación, para cuaquier circunstancia.

Espero que nunca más haya un 23-F, que el diálogo, el consenso, el respeto, la tolerancia, la convivencia y la concordia se establezcan con normalidad y firmeza en nuestra querida, distanciada, diversa y dañada España.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

0 £0.00