«El nuevo antisemitismo gira a la izquierda»

Isidro González es Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid, miembro del Comité Científico de la Cátedra Universitaria España-Israel y del Comité de Expertos de Naciones Unidas para el Estudio del Antisemitismo.

Autor de numerosos trabajos de investigación sobre la situación de los judíos, acaba de publicar ‘Antisemitismo y Genocidio’ (CITMA – Última Línea), un libro sobre los orígenes del antisemitismo en el siglo XIX.

 

«En España el peligro del antisemitismo viene más desde la izquierda pro-palestina y contra el capitalismo judío americano que de la ultraderecha»

 

P¿Por qué arranca desde el siglo XIX? ¿No fue antisemita la expulsión de los judíos por los Reyes Católicos en 1492?

R- El termino antisemitismo está vinculado a una circunstancia política bastante concreta del siglo XIX: el auge y desarrollo de los nacionalismos que conforman la creación de nuevos Estados en Europa, especialmente de Alemania e Italia, que propugnaban como base ideológica y de acción política elementos identitarios como la cultura , la lengua propias y sobre todo la etnia, como fue el caso alemán. El término fue acuñado por el historiador Wilhem Marr en la segunda mitad del siglo XIX en plena efervescencia del nacionalismo. Por tanto era necesario buscar un chivo espiatorio . Aunque la semántica de la palabra se refiere a todos los semitas, no solo a los judíos, sin embargo estos eran los que representaban en la cultura alemana un componente muy importante que acabó convirtiéndose en un arma política propagandística contra ellos.

El caso de los Reyes Católicos fue muy distinto. Para empezar el término no existía y es incorrecto aplicar la palabra antisemitismo, sino antijudaismo como muy bien ha definido Caro Baroja. Hasta poco antes de la expulsión la Reina Isabel decía “no me toquen a mis judíos” porque eran útiles. Lo que ocurrió más tarde con la expulsión es que los monarcas buscaban una cohesión para la unidad nacional basada en la religión. Se pensaba que los judíos aceptarían en mayor o menor grado la conversión y seguirían siendo los elementos útiles pero no fue así. Y muchos marcharon del país antes de abjurar de su religión. No se puede comparar esta situación con el antisemitismo moderno.

‘Antisemitismo y Genocidio’ (CITMA – Última Línea)

 

P- En España no hay ningún partido relevante de extrema derecha que sea antisemita. Vox es todo lo contrario, más bien pro-israelí. ¿A qué se debe?

R-En primer lugar, estas calificaciones de extrema derecha y demás me parecen un tanto superficiales. Nada tiene que ver tampoco lo que podríamos llamar antisemtismo ahora equiparandolo en su totalidad con el de los años treinta, aunque tiene elementos comunes también tiene otros diferentes que tienen que ver más con la situación actual. Hasta el punto que se producen hechos y situaciones tan contradictorias tales como partidos de ‘extrema derecha’ que sienten una admiración por el Estado de Israel y partidos de la izquierda que eran hasta hace poco projudíos o por lo menos filosemitas, la prueba evidente es que casi todas las comunidades judías apoyaron la causa republicana en la Guerra Civil española con más del 20% de judíos en la brigadas internaciones. Y ahora están contra el Estado de Israel y son propalestinos. Por tanto nos movemos en otro escenario. Tan solo mantienen una ideología continuista agrupaciones de la antigua derecha clásica como Alternativa por Alemania y sin embargo el antisemtismo revive con fuerza. Esta situación descoloca a los estudiosos sobre el tema.

En cuanto a España es una posición un tanto atávica y de leyenda, pues es un país con muy pocos judíos. Muchos españoles actuales ni han visto ni tratado con judíos, su opinión proviene del recuerdo, los tópicos… Los mas probable es que Vox sienta admiración por los logros del Estado de Israel, sin descartar una tradición de la derecha española, que aunque tiene ramalazos antisemitas sin embargo siente una gran admiración por los judíos sefarditas, es decir, nuestros judíos.

Isidro González

P- Hace tres años hubo mucha presión por parte de la extrema izquierda para que el partido de fútbol España-Israel no se celebrase. ¿Había signos de antisemitismo o era simple solidaridad con el pueblo palestino?

R- Más bien creo que era lo primero. La utilización de la causa palestina contra el Estado de Israel ha sido siempre un elemento de combate de la izquierda contra el capitalismo que representa EEUU al que asocian a Israel, por tanto la solidaridad contra el pueblo palestino en gran medida está condicionada por esa situación.

R- En España se tiende a simplificar el conflicto israelí, en unos judíos que ocuparon tierras de palestinos. No se menciona que judíos en Israel-Palestina hubo desde hace siglos, que Palestina fue un invento de Roma en el siglo II para borrar la huella judía, que fueron los árabes quienes no admitieron en 1948 la coexistencia de dos Estados, que Jordania quitó tierra a los palestinos, que los refugiados palestinos viven en condiciones deplorables en los campamentos de Siria y otros países árabes… ¿No hay en esa simplificación algo de antisemitismo?

R- En cuanto a la historia antigua sobre el asentamiento de los judíos en lo que hoy conocemos como Palestina no hay duda de que es cierto que fueron los primeros habitantes, pero eso es una razón histórica muy alejada que no tiene una influencia política ahora. Sin embargo, sí que la tuvieron los acontecimientos del siglo XIX.

El sionismo político nace como una respuesta al antismitsmo rampante en la Europa del XIX que obligó a las comunidades judías a buscar un territorio donde pudieran vivir como tales judíos. Los acontecimientos posteriores, sobre todo las persecuciones fueron creando un caldo de cultivo que orientaba a los judíos hacia la creación de un Estado como una respuesta a esta situación. El problema surgió dentro del propio sionismo, ¿dónde asentar el nuevo Estado? Al final la atracción emocional de Palestina se impuso.

 

Un miembro de la comunidad judía observa la profanación, en 2004, del cementerio judío cerca de Colmar (Francia)

El conflicto palestino ha sido es y será utilizado en general por los partidos de izquierda como un ataque a Israel, y sobre todo los campos de refugiados al tiempo que también atacan a los EEUU. Muchos países árabes utilizan el problema palestino como arma arrojadiza contra Israel que necesita una fronteras seguras. Es evidente que los palestinos tienen todo el derecho a un Estado y que Israel a veces y a pesar de las precauciones se excede en sus respuestas. Pero muchos dirigentes palestinos prefieren mantener el conflicto porque políticamente les es beneficioso a ellos, no al pueblo palestino que es el que sufre las consecuencias. Lo resumió muy bien el historiador y ministro de Israel Abba Ebban: “Los dirigentes palestinos no dejan pasar la ocasión de perder la ocasión”.

P- En Alemania los partidos neonazis estaban de capa caída. Sin embargo el auge de Alternativa por Alemania viene acompañado de su escoramiento hacia el neonazismo y con varios de sus dirigentes como claros negacionistas. ¿Hay peligro de una nazificación de la extrema derecha?

R- Es evidente que a medida que el problema de inmigración se agrava cada vez más en Europa y las democracias occidentales no son capaces de resolver los problemas de una manera decidida y racional aparecen los movimientos xenófobos que buscan en la reinterpretación de la historia su acción con la negación del Holocausto o en cierta medida de una justificación del mismo. Yo creo que la nazificacion como tal no, pero que en otros parámetros no es descartable y la laxitud de las democracias occidentales tiene mucho que ver como muy bien expresa Claudio Magris. En uno de sus últimos artículos decía que “Occidente muere de cobardía disfrazada de una mentalidad abierta y evolucionada”.

Profanación de 37 tumbas judías en el cementerio Herrlisheim (Alsacia, Francia), ubicado cerca de la ciudad de Strasbugo, con el símbolo nazi. 14 de diciembre de 2018.

P- ¿Ese peligro existe en España?

R- Yo creo que el problema aquí es diferente. España ha tenido una tradición más que de antisemitismo de antijuaismo, primero de tipo religioso que provenía ya de la Edad Media, la Inquisicion, etcétera, que nos ha llegado a nosotros a través una educación católica, hoy creo ya desparecida, sin embargo, hay una admiración por los judíos incluso en partidos de derechas hacia la cultura safardita. Aquí en España quizá el peligro viene más de la izquierda, con dos variables importantes una, muy pro palestina y otra contra el capitalismo judío americano.

P- El antisemitismo busca al judío como chivo expiatorio. El nacionalismo tiene al charnego y al ‘España nos roba’ como chivos expiatorios. ¿Cómo se desmontan los prejuicios?

R- Sin duda estos prejuicios aparecen siempre, como ya expresó muy bien Leo Pinsker. Los flancos abiertos que tienen los judíos son múltiples para que aparezca el antisemitismo, por ejemplo, para la izquierda de cualquier signo son los dueños de la gran banca, a lo que hay que añadir los ataques al Estado de Israel al que identifican con todos los judíos, y para la derecha pues con los movimientos revolucionarios y las conspiraciones judeo-masónicas, o bien la competencia en el mundo de las finanzas.

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