Crónica a los cronistas

El periodismo, en abstracto, y el periodista, en particular, caminan a diario sobre un esquelético alambre repleto de cuestiones trascendentales. Pero ni siquiera el mejor equilibrista tiene asegurada su integridad en el hermoso oficio de explicar el mundo. A cada paso, los cronistas se debaten entre alejarse de lo importante para abrazar lo impactante; entre la profundidad y el análisis o la recompensa de una primicia; entre la sensibilidad estilística o el beneficio del clickbait, entre la implicación nacida de la empatía o el levantamiento del acta notarial… Nadie está a salvo de este interminable juego del calamar al que los profesionales de la información llevan jugando desde el principio de los tiempos. Y eso no es todo: desde hace años el sector está siendo azotado por la radical transformación digital y los muros de pago, la irrupción de los influencers y las redes sociales, las presiones políticas y empresariales o la reducción de las redacciones. Aún así, el encanto del periodismo sigue brillando en los ojos de los que creen en él, como se podía ver en los rostros de los cientos de estudiantes universitarios que estos días asisten entusiasmados –y participan con sus preguntas– a las sesiones del VIII Congreso Internacional de Periodismo que organiza la Fundación Manuel Alcántara.

Alumnos de la UMA en el Congreso Internacional de Periodismo (Foto: Álex Zea)

La reivindicación del periodismo cultural ha sido el eje central de esta edición, que bajo el título La crónica periodística y la crónica cultural ha analizado la notoriedad de los suplementos y programas televisivos culturales más relevantes de nuestro país y ha abordado la situación actual y los entresijos de la crónica cultural especializada, la crónica negra, la de corresponsales y la social. Más de una veintena de periodistas de larga trayectoria y reconocido prestigio han participado en este encuentro codirigido por los periodistas Guillermo Busutil y Agustín Rivera que ha servido para realizar una certera radiografía a la complejidad de una profesión tan necesaria como maltratada.

Guillermo Busutil y Agustín Rivera, directores del Congreso, junto a Enric González, corresponsal de El País en Buenos Aires (Foto: A.Z)

“Todo va muy deprisa, pero no podemos competir con los clics y las banalidades, hay que hacer un trabajo de fondo riguroso, sensible, honesto y dar cabida a todo”, destacó Antón Castro, responsable del suplemento Artes y Letras del Heraldo de Aragón en la mesa inaugural del miércoles, 20 de octubre, dedicada a los suplementos culturales y que completaban Blanca Berasategui (El Cultural), Sergio Vila-Sanjuán (Cultura/s-La Vanguardia) y Jesús García Calero (ABC Cultural). La función prescriptora de estas publicaciones y el trabajo de los críticos de literatura, música o arte centró buena parte del debate. “Los críticos tienen que interpretar el valor que aporta una obra literaria o artística, pero tienen que mezclarse, no ser solamente una clase magistral; tienen que pisar más charcos, escuchar y estar pendientes de la actualidad”, aseguró García Calero.

La crónica de sucesos, uno de los géneros estrella del periodismo, estuvo representada por Íñigo Domínguez (El País), Ángeles Escrivá (El Mundo) y Cruz Morcillo (ABC), quienes perfilaron un interesante retrato de su día a día a la hora de abordar periodísticamente desgracias y calamidades de todo tipo. “Los sucesos son la mejor escuela para aprender porque no hay historia humana que sea pequeña. Además, ofrecen un material dramático muy interesante: accidentes, sangre, asesinatos, policía, sirenas… Es un material que al mismo tiempo te obliga a estar muy atento a los detalles y los datos”, señaló Domínguez. El décimo aniversario de la desaparición de ETA y las acciones de la mafia italiana estuvieron presentes durante gran parte de la segunda sesión de la jornada inaugural, a la que siguió la mesa dedicada a la crónica cultural especializada. Marisol Galdón, Berna González Habour (El País) y Alejandro Luque (Eldiario.es) debatieron sobre las bondades y los males de una profesión que, según afirmaron, requiere de altas dosis de implicación personal. “Se puede ser periodista deportivo y no hacer deporte, periodista de sucesos y que te no te guste la sangre, pero no se puede ser periodista cultural y no amar la cultura”, dijo Luque.

Agustín Rivera modera la mesa en la que se aborda la mirada de los corresponsales (Foto: AZ)

Los corresponsales Almudena Ariza (TVE), Raphael Minder (The New York) y Enric González (El País) iniciaron el jueves, 21 de octubre, la segunda jornada del congreso abordando el papel de los enviados especiales en la actualidad y el trabajo que han desarrollado durante su estancia en los distintos países en los que han trabajado. Para Ariza, que participó por video-conferencia desde Nueva York, “tener olfato, mirar, preguntar y escuchar”, son las cualidades que debería cultivar cualquier corresponsal. “El camino no es fácil, pero el camino se hace andando. El mundo está lleno de historias que están esperando a ser contadas”, remarcó. Minder, por su parte, explicó que “hay historias que son españolas pero que son universales” y que, por tanto, también interesan a sus lectores norteamericanos.

Raphael Minder, corresponsal de New York Times en España, junto a Agustín Rivera y Enric González (Foto: AZ)

“Detrás de cada uno de nosotros hay una historia. Todos tenemos un reportaje”, expuso Ricardo F. Colmenero (El Mundo), que participó junto a Álvaro Colomer (La Vanguardia), María Zuil (El Confidencial) y Marta Corbal (El Español) en la mesa dedicada a la crónica social, en la que se debatió sobre las características de la crónica literaria frente a la crónica periodística. “No hay que confundir forma con ficción. La literatura tiene más forma y el periodismo tiene más contenido”, expresó Corbal, que apunto que “las historias humanas con rostro son las que más se leen”, aunque matizó que “la ética esta por encima del impacto. Primero somos persona, antes que periodistas”.

La encrucijada de internet, plataforma que “está ofreciendo muchas posibilidades”, según Zuil, fue otro de los asuntos que salieron a la palestra. Colomer aseguró no confiar mucho en el definitivo despegue de la información online “hasta que el periodismo no encuentre una plataforma de venta que logre que la gente vuelva al periodismo”. Un debate que también se produjo en el siguiente y último encuentro de la jornada, en el que Gerardo Sánchez (Días de Cine), Óscar López (Página 2) y Rosa Pérez (Imprescindibles) analizaron la escasa presencia de cultura en las cadenas de televisión. “Hay que reivindicar el periodismo cultural en el medio audiovisual y más si queremos captara los jóvenes. Para que la cultura llegue más arriba hay que trabajar todos a una, periodistas, programadores y políticos, porque la cultura se goza pero también se educa”, apuntó López, que remarcó que el “problema del periodismo cultural es que solo hay uno. Así que o te gusta o no lo ves”.

El Congreso de Periodismo ha contado con una destacada asistencia durante las tres jornadas (Foto: AZ)

Este viernes, 22 de octubre, Manuel Vicent protagonizará la conferencia clausura del octavo Congreso Internacional de Periodismo, un evento tan ilustrativo como necesario para comprender la realidad de los informadores y los medios de comunicación. Vicent conversará junto a Busutil sobre el oficio del periodista, sus obligaciones y retos de un futuro tan incierto como apasionante.

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