La Semana Santa ha terminado en la capital malagueña con 33 grados de temperatura, la más elevada de 2022, y que se ha traducido en una presencia masiva de turistas y malagueños en las playas y chiringuitos.
Ya el Sábado Santo, jornada sin procesiones en Málaga, se habían superado los 25 grados. Este fin de semana ha supuesto un anticipo de lo que puede ser el verano, aunque los vaivenes climatológicos van a continuar a partir de este lunes con retorno a temperaturas más acordes con la primavera.
Como se muestra en este gráfico de AEMET ya este lunes las máximas van a experimentar un descenso muy destacado. En el próximo fin de semana incluso se avisan riesgos de precipitaciones (45 % el viernes 22 de abril y 35% el sábado 23)
