Cuando existe un comportamiento extraño o anormal, tendemos a definirlo como loco.
Tenemos valoraciones diferentes y variadas con esta palabra y depende mucho a qué nos refiramos. Utilizamos la locura para definir y explicar multitud de comportamientos opuestos o contradictorios a los nuestros.
Ser lunático no es algo nocivo, a lo largo de la historia solo los llamados ‘locos’ han conseguido cambiar el mundo. Descubriendo y revolucionando nuestra forma de vivir y pensar, han resultado sustancialmente valioso para nuestra evolución.
Hay un término musical donde la palabra loco quiere decir ‘a su lugar’. En notación musical se emplea para ‘desoctovar’, para volver al lugar de origen después de un cambio de octava.
¿Quién sabe si estamos fuera de nuestro lugar?
Todo aquello que se sale de lo esperado, de lo probable o de lo aceptado socialmente, se califica anormal. ¿Y cómo podemos saber hoy día qué es lo normal?
‘Esto es lo normal’, ‘es normal’. Usamos tanto esta palabra que ya, casi no representa nada, tan solo se ha quedado en un concepto que manejamos a nuestro antojo, encorsetado en nuestros parámetros o costumbres.
¿Alguien sabe ser normal?
Hoy día oímos mucho decir que anhelamos la normalidad que teníamos. Yo me pregunto a qué normalidad se referirán. Jamás la tuvimos. Lo normal no ha existido nunca ni existirá. Lo que llamamos normal es solo un concepto cultural nada que ver con lo propio o natural.
Lo normal es aburrido, lo normal no tiene magia. Lo norma es sobrio, serio, oscuro, silencioso. Lo normal es obediencia, rectitud, normativo. Lo normal es triste.
Las personas cuando más normal intentan ser, más enferman. ¿Cuántas normalidades llevamos vividas a lo largo de la historia? Las guerras, las hambrunas, el paro. Más guerras, más hambrunas más paro. Crisis, enfermedades, virus…
Y todas y cada una de estas circunstancias, la hemos vivido y la vivimos como algo normal. La llamamos ‘cosas de la vida’ y nos quedamos tan frescos.
Pero en el momento que vemos a alguien con una pipa larga, un vaquero de cowboy con un sombrero mejicano andando por la ciudad: ¡horror, un loco! Nos sentimos amenazados. Qué curioso somos.
¿Alguien sabe ser inusual, anormal o insólito? ¿Elocuente o genial? Si alguien lo encuentra, remítanmelo. Quiero formar una nueva versión social de la normalidad.
¨Cuanto más me alejo de la normalidad, más cuerda me vuelvo¨
Tengo la suerte de trabajar con personas fuera de esta normalidad y os puedo asegurar, que es dónde mejor y más segura me hallo.
Y donde hay desconsuelo y contradicción, en este lugar donde nada tiene una lógica ni razón, encuentras paz y armonía.
Mis queridos desheredados de la normalidad, sois justo lo que este mundo necesita. No hay nada mejor que poder ser, sentir y vivir excluidos de ella.
