Sarah Everard, ejecutiva de 33 años, desapareció cuando regresaba a su casa tras visitar a unas amigas en el barrio de Clapham, al sur de Londres. Fue vista con vida por última vez sobre los nueve de la noche del miércoles 3 de marzo.
Su cuerpo fue localizado una semana después en una zona arbolada del condado de Kent. Allí fue detenido el principal sospechoso: el agente Wayne Couzens. De 48 años, casado y padre dos hijos.

A partir de ahí la tensión ha ido en aumento hasta la violenta carga policial de este sábado por la noche para reprimir la concentración de cientos de mujeres que participaban en la vigilía por Sarah Everard.
Scotland Yard justificó este domingo la acción policial pero las imágenes han provocado una oleada de indignación en todo el país.
«Se tomaron medidas cuando fue necesario. Cientos de personas estaban muy juntas y había verdadero riesgo de transmisión de coronavirus».
Helen Ball, portavoz de Scotland Yard

Indignación en la calle
Sin embargo, la ministra del Interior, Priti Patel, ha descrito las escenas como «terribles» y el alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha anunciado que se ha puesto en contacto con la directora de la Policía Metropolitana de Londres, Cressida Dick, para «pedir una explicación urgente».
«Ha sido un fracaso táctico y moral lamentable por parte de la Policía. Por lo tanto, la invitamos a considerar su mando y si puede continuar teniendo la confianza de las millones de mujeres de Londres que tiene el deber de proteger»
Ed Davey, líder del Partido Liberal Demócrata