Ha llegado la Navidad. De pronto y en noviembre. Se ha colado entre las cifras del covid, las disputas políticas, las ilusiones colectivas… Y se han encendido las luces para disfrutar de lo de siempre, de esos escenarios habituales que tanto estábamos echando de menos.
Bajar al centro, como se dice en Málaga, se ha convertido en una obligación. Aunque las luces, pese a esa conocida subida de tarifas, también llegan a tu barrio, te visitan. No es solo es Larios. Cerca de medio millar de calles y plazas de la capital van a contar con alumbrado navideño. La calle Larios vive de nuevo su ‘Bosque de la Navidad’ y recupera los espectáculos de luz y sonido.
Un vídeo maping en la Catedral y la nueva iluminación de calle San Juan, la Alameda, la plaza de La Marina o el Paseo del Parque son algunas de las novedades en las zonas emblemáticas.
Y el botón lo ha pulsado este año María Casado, la mujer que llegó con el coche cargado de trastos hace año y medio, en plena pandemia, «con algunos miedos y muchas ilusiones y sueños». Ha confesado sentirse una más, una de las nuestras. «He paseado a mi amor por las calles, he descubierto que los besos saben a sal, he comido espetos y ya no pido un café sino una nube. Me habéis contagiado la alegría».
María ha cogido el relevo de Antonio Banderas: «Vamos a ponerle luz no solo a la Navidad sino a la vida, vamos a darle tan fuerte que nadie nos va a apagar la sonrisa. Que sirva de recuerdo para los que tenemos lejos, los que se fueron, pero siempre pensando en los que vendrán».
