El periodista malagueño Antonio Roche publica ‘Matar a Rajoy’, basado en el ‘Expediente Royuela’
Antonio Roche es periodista en excedencia del diario Sur y con una dilatada experiencia en diversos medios escritos locales, regionales y nacionales. Es miembro de la Asociación de la Prensa de Málaga, del Colegio de Periodistas de Andalucía y de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE).
Acaba de publicar ‘Matar a Rajoy’, donde revela, con nombres y apellidos 800 víctimas y el motivo de su muerte, una trama nacida a finales de los 80 y operativa hasta 2006 con más muertos a sus espaldas que la suma de las víctimas mortales de ETA, GRAPO, Terra Lliure y GAL.
El sábado 13 de marzo, de 12 a14 horas, firmará ejemplares en la librería Luces.
P– Usted habla de una trama de unos 20 años con más muertos que la suma de todo el terrorismo junto en 40 años. ¿Por qué no se ha destapado hasta ahora?
R- Porque afecta directamente a los pilares del Estado y a nadie le interesa hurgar en su existencia. Tenga en cuenta que esta trama estaba formada por fiscales, jueces, policías nacionales, guardias civiles, médicos forenses, políticos, funcionarios, abogados, peritos, masones, traficantes de armas y drogas, confidentes, sicarios, delincuentes comunes… Todo lo ‘mejor’ de cada casa estaba allí. Unos tenían más participación que otros. La trama la ha desvelado la familia Royuela, que posee una página web y un canal en Youtube desde hace más de un año, donde tiene alojada una gran parte de la documentación manuscrita que se le incautó al que fuera fiscal jefe de Cataluña José María Mena, y presunto cabecilla de la banda. A partir de ahí, medios informativos no generalistas, blogs, youtubes y las Redes Sociales se han hecho eco del llamado ‘Expediente Royuela’, sin que nadie de los implicados haya procedido judicialmente contra alguno de ellos. Creo que a ninguno de los afectados le interesa destapar la caja de Pandora. Todos están implicados, de una manera u otra, en asesinatos, robos, chantajes, espionaje, extorsiones, cohechos, encubrimientos, amenazas, prevaricación, tráfico de drogas, tráfico de influencia, delitos de odio, violación de protección de datos, revelación de secretos, falsificación de documentos y evasión de capitales, entre otros delitos. Estamos hablando de la mayor trama de corrupción de España.
P– La principal fuente de investigación es una documentación custodiada por un conocido ultraderechista catalán. ¿Por qué le da credibilidad?
R- El hecho de que una familia española posea esos documentos no le resta credibilidad por su ideología. La credibilidad no la otorga la ideología, ni los partidos, ni las organizaciones, sino las personas. Y los más de 30.000 documentos manuscritos del fiscal Mena y de sus secuaces han superado tres pruebas periciales caligráficas en España, Francia y Austria, y es irrefutable. Además, el empresario y financiero Javier de la Rosa encargó otra prueba caligráfica de Mena en julio de 2002 y el perito certificó que la escritura pertenecía a la misma persona. Los cuatro peritos trabajan habitualmente para la Justicia. Por otro lado, los hechos descritos en los documentos coinciden con los hechos reales, solo que estos fueron camuflados oficialmente como muertes accidentales o naturales. Junto a los documentos se encontraron también efectos personales de las víctimas. Hay huellas y un gran patrimonio en el exterior de los integrantes de la banda, que está perfectamente identificado.
P– En la investigación se apunta muy alto en el seno del PSOE. ¿Destapar esta trama podría acabar con parte de la cúpula socialista o una cortina de humo lo cubrirá?
R- El PSOE está muy presente en el ‘Expediente Royuela’. Los que han estudiado detenidamente este caso atribuyen más del 50% de las muertes a la ‘cúpula’ del partido, a dirigentes, a ex ministros, cargos públicos, familiares y empresarios afines, según dejó por escrito el fiscal José María Mena. Todo bajo el conocimiento, presuntamente, de José Luis Rodríguez Zapatero. Es muy grave. La familia Royuela va a presentar en breve una querella criminal contra los implicados y lleva redactados más de mil folios, acompañados de documentos que dan solidez a la denuncia. Esta acción judicial de los Royuela está dirigida por el ex juez Luis José Sáenz de Tejada, abogado en ejercicio, y cuenta también con el asesoramiento del ex juez decano de Talavera de la Reina Fernando Presencia, que preside la Asociación Contra la Corrupción y en Defensa de la Acción Pública. Si de las investigaciones judiciales se derivara una responsabilidad penal del PSOE, como todo apunta, no solo podría acabar con parte de la cúpula, como usted pregunta, sino con la ilegalización del partido por estar involucrado en una trama criminal. Hace falta confiar en esa parte de la Justicia que aún no está corrupta y acepte investigar con todas las garantías e independencia el ‘Expediente Royuela’. La inadmisión de la querella supondría un escándalo público de incalculable dimensión y abriría la puerta a acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
«Más allá de Villarejo y Bárcenas, el PP no se sabe mover en el barro de los bajos fondos»
P– Entre los presuntos asesinados figuran un hermano de Alfonso Guerra, el teniente general Gutiérrez Mellado, el periodista Antonio Herrero, un sobrino del Rey emérito… y un fallido intento contra Mariano Rajoy. ¿Por qué durante su presidencia no se avanzó en la investigación de la trama?
R- Intenté acceder a Mariano Rajoy para que me explicara aquel ‘accidente’ del helicóptero de Móstoles, pero no lo conseguí. Ocurrió el 1 de diciembre de 2005, antes de que accediera a la Presidencia del Gobierno. Mi duda es si no tuvo la tentación de investigarlo cuando fue presidente. O si lo hizo, ¿por qué se lo calló? También le hubiera preguntado si conocía la existencia de esta banda criminal.
«El único presidente del Gobierno vivo que nunca ha asistido a una reunión del Club Bilderbeg ha sido Mariano Rajoy»
P- ¿Quiénes querían la eliminación física de Rajoy?
Había interés por poderes ocultos —aunque perfectamente identificados— en quitarse de en medio a Rajoy. Ya lo consiguieron el 11 de marzo de 2004 con los atentados de Atocha. Hubo 193 muertos y más de 2.000 heridos, las víctimas directas del atentado, pero hubo una más, Mariano Rajoy, a quien casi todas las encuestas le otorgaban la mayoría absoluta en las elecciones generales que se celebraron tres días después. Todos conocemos lo que ocurrió: un vuelco electoral que propició la llegada al poder de Rodríguez Zapatero, y Rajoy se quedó, encima, con el ‘sanbenito’ de asesino promovido desde la izquierda. El 11-M se cerró sin conocerse los autores intelectuales y es notoria la implicación de las cloacas del Estado. Algún día se descubrirá quiénes estaban detrás. Es una de las asignaturas pendientes de nuestra democracia. Año y medio después de aquello planearon un atentado para matarlo. El único fallo fue que tres francotiradores alcanzaron el helicóptero cuando solo se había elevado unos 8 metros, y el plan hablaba de esperar una altura de 20 metros para que la caída del aparato fuera mortal. Es curioso, pero entonces ya se suscitó un debate en algunos medios informativos sobre los impactos que recibió el helicóptero cuando superó el graderío de la plaza de toros de Móstoles y que fueron captados desde el exterior por un cámara de Localia TV. Pero aquellono llegó a más. Todos quedaron pendientes del informe oficial y este, cuando salió año y medio después, ocultó la existencia de impactos en el fuselaje del helicóptero.
Por otro lado, Rajoy fue el único presidente del Gobierno que recibió una agresión en plena calle. Ocurrió en su tierra y recibió un tremendo puñetazo en la cara. Nunca le ha ocurrido a sus predecesores ni a su sucesor. Luego se fraguó a sus espaldas la moción de censura que le expulsó de la Presidencia. Es incomprensible que su Gobierno no se percibiera de ello con todo el aparato policial y el CNI bajo su mando. Tengo la sensación de que más allá de Villarejo y Bárcenas, el PP no se sabe mover en el barro de los bajos fondos, a diferencia del PSOE. Es también curioso, y lo aporto para satisfacción de los ‘conspiranoicos’, pero el único presidente del Gobierno vivo que nunca ha asistido a una reunión del Club Bilderbeg ha sido Mariano Rajoy. Y ahí lo dejo.
P– Una trama que habría acabado con más de 1.000 personas, ¿no podría ir ahora contra el mensajero?
R- Yo solo soy una voz más, como diría Inmatrix, de las miles de voces que tiene el ‘Expediente Royuela’. En su grupo de Facebook hay más de 4.000 seguidores que, a su vez, son activos difusores de los delitos cometidos por esta banda criminal. El canal de Santiago Royuela en Youtube tiene 28.400 suscritores, que comparten continuamente los vídeos que cuelga sobre este caso. A eso se suman las decenas de canales privados, emisoras de radio, blogs y periódicos digitales que se hacen eco a diario del ‘Expediente Royuela’. Sin contabilizar los miles de ciudadanos que hacen referencias continuas en sus Redes Sociales. Esto es ya imparable. Es una bola de nieve que va creciendo conforme avanzan los días. No estoy solo.
