El Rockin’ Race Jamboree se vacuna contra el virus

El veterano festival rockabilly de Torremolinos se desplaza a mayo

Parecía que la pandemia había acabado con las esperanzas de disfrutar este año de las propuestas del festival Rockin’ Race Jamboree. El reconocido y veterano certamen, que desde hace veintiséis temporadas viene llenando las calles de Torremolinos de rock’n’roll seminal, se vio forzado a anular su nueva edición, prevista, como siempre, para los primeros días de febrero. La organización lo tenían todo listo -la preparación de esta cita se plantea con muchísimos meses de antelación-, pero las restricciones sanitarias lo “hacían inviable”, según señala su director, Guillermo Jiménez, quien ha transformado el desánimo y la apatía generado por esta situación en imaginación, esperanza e inventiva.

Foto cedida por el Rockin’ Race

Y gracias al estoico espíritu de Jiménez y su equipo, la vigésimo séptima edición del Rockin’ Race se llevará a cabo a través de una Edición Especial Covid que se desarrollará del 7 al 9 de mayo. No será como estaba prevista originalmente, ya que es imposible que artistas como Reverend Horton Heat o Wayne Hancock viajen desde los Estados Unidos para actuar en Torremolinos, pero no por ello será menos especial. El cartel de actuaciones en el Auditorio Municipal Príncipe de Asturias ha sido adaptado a las circunstancias. El segoviano Charlie Hightone y su banda The Rock-It’s encabezan el listado de artistas nacionales que harán realidad la continuidad del festival, al que se suman las propuestas de formaciones como Pike Cavalero, Los Torontos, Lola Lola, Roy Dee & The Spitfires, Legacaster, Els A-Phonics y A.J. & The Rockin Trio. “Había que mantener la energía y no venirse abajo”, relata Jiménez, que también dice haber tenido muy presente la situación por la que pasan los músicos de nuestro país. “Esto nos está afectando a todos, pero a los músicos de manera especial. Y otra de las razones para no tirar la toalla ha sido, precisamente, esa: no romper el hilo de esperanza de nuestro público y hacer posible que los músicos puedan tocar”.

Los Torontos

A los recitales del Auditorio se suman los conciertos en el paseo marítimo de Playamar, donde formaciones como The RagTones y Matt and The Peabody Ducks desplegarán su esencia rockabilly, y las propuestas del Balcón Rock: directos organizados en las zonas ajardinadas del Hotel Barracuda que los huéspedes pueden disfrutar desde los balcones de sus habitaciones. Las bandas protagonistas de este novedoso formato, así como las que ocuparán las plazas y calles de Torremolinos durante los días del festival, serán anunciadas próximamente. “No queremos lanzar todas las campanas al vuelo, ya que todo dependerá de cómo evolucione el virus de aquí a mayo”, apunta Jiménez.

Actuación en el Rockin’ Race

Pero, ¿qué convertirá en distinta esta edición especial del Rockin’n Race de las demás? “Además de la modificación del cartel, formado ahora en exclusiva por artistas de cercanía, el público del Auditorio deberá permanecer sentado en sus mesas”, explica el director del festival. “Vamos a convertir el Auditorio en un lugar cómodo, seguro y con todo lujo de detalles para la ocasión. El público estará dispuesto en mesas separadas y el servicio de barra acudirá para atenderlo”. Estas precauciones a las que se refiere Jiménez también estarán presentes en el mercadillo retro que se instala en el recinto y que ofrece a los asistentes la posibilidad de adquirir vinilos, ropa, objetos de decoración y todo tipo de complementos.

Las 200 localidades ofertadas para esta edición especial ya están agotadas, puesto que muchos de los que compraron su entrada para febrero han optado por adaptarse al cambio de fecha. “Más adelante, si la situación lo permite, sacaremos más entradas a la venta”, explica Jiménez, que se muestra muy optimista al respecto. “No creo que la cosa vaya a peor, pero tenemos que ser prudentes y responsables”.

Impacto turístico y económico

Además de su innegable atractivo cultural, durante más de dos décadas el Rockin’ Race Jamboree ha tenido la capacidad de estimular el turismo nacional e internacional de Torremolinos en plena temporada baja (siempre se celebra en febrero). Sirva como ejemplo lo que ocurre año tras año en el Hotel Barracuda, que gracias al festival completa las reservas de sus 300 habitaciones en un mes en el que otros complejos hoteleros de la localidad cierran sus puertas.

Cartel de la edición de 2021 (7-8 de mayo)

 

El público rockabilly que acude a festivales temáticos como el malagueño posee, además, un alto nivel adquisitivo y suele mostrarse fiel a sus convocatorias, motivo por el que en cada edición repiten personas procedentes de países como Japón, Suecia, Irlanda, Holanda o Alemania. Según las estimaciones de la organización, el gasto diario realizado por cada asistente es de unos 200 euros, una inyección económica nada desdeñable para sectores como el del taxi y la restauración. El Rockin’ Race también beneficia a la ocupación hotelera, generando además que el destino elimine barreras estacionales. Está demostrado que el festival, que en circunstancias normales logra reunir a más de 3.000 personas, supone una importante repercusión económica. Según los datos del Patronato de la Costa del Sol, los eventos musicales atrajeron en 2019 a cerca de cuatros millones de visitantes y generó un impacto económico de unos 76 millones de euros.

Edición 2022

Todavía queda un mes largo para que el rock’n’roll vuelva a sonar en Torremolinos, pero sus responsables ya están inmersos en la preparación de la que será la edición numero 28 del certamen, que se celebrará del 3 al 6 de febrero de 2022. Por el momento nada se sabe del cartel que lo conformará, pero la organización es “muy consciente” de que será un año crucial, ya que habrá más ganas que nunca. Y los ‘rockin’racers’ ya ha dado cuenta de ello, puesto que las reservas hoteleras para el 2022 ya están al 80%.

No es para menos, porque la apuesta del Rockin’ Race nunca ha defraudado a los suyos. Entre los artistas que han pasado por su escenario en estos años destacan grandes figuras del género como The Bill Haley’s Comets, Johnny Tedesco, Wanda Jackson, Lee Rocker, Roddy Jackson, Dale Watson, The Trashmen, El Vez, Bobby Brooks Wilson, Sleepy Labeef, Howlin’ Pelle (The Hives), Big Jay McNeely, Eddy Clearwater y Young Jessie, entre otros.

El festival rockabilly de Torremolinos se ha vacunado contra el Covid para seguir manteniendo viva la llama del rock’n’roll de los años cincuenta, ese que, pese a quien le pese, prendió la mecha de la mayor revolución cultural de nuestro tiempo.

https://rockinrace.com/

 

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