ME CAGO EN LA NAVIDAD
– Y en sus cenas de empresa, donde gente con quien apenas hablas durante el año se ponen simpáticos por un día y te dan el tostón, mientras que algún otro borracho perdido hace el ridículo bailando mal y sin ritmo y los demás le hacen la pelota al jefe.
-Y en las comidas familiares, con las típicas discusiones que afloran pequeñas rencillas guardadas durante el año, y que bañadas en alcohol aparecen sin freno ni filtro en una mesa donde no faltan los excesos y los dulces, y si algunos seres queridos.
– Y en el gasto desmedido en compras de regalos que casi nunca aciertan y que más tarde y guardando colas eternas descambiarás.
– En el derroche de luces navideñas, mientras hay hogares, muchos, demasiados, donde le cortan la luz o se ven negros como Baltasar para poder pagarla o para poder comer dignamente todo el año.
– Y el remate, la ilusión de los niños con Papá Noel y los Reyes Magos, una mentira que más tarde se convertirá en la primera gran decepción y que muchos padres/madres utilizan para chantajear a los niños con la típica frase de «pórtate bien que si no, no te traerán regalos», eso que para ellos es lo único y verdaderamente importante y que miles de niños no tienen. La Navidad, la madre de lo que verdaderamente hay detrás, el puñetero consumo.
Que usted lo gaste bien!!
BENDITA NAVIDAD
– Y benditas sus cenas de empresa, conociendo a compañeros que no tenías ni idea de que eran tan simpáticos, tan majos. Descubriendo al bailón de la empresa y compartiendo con la jefa algo más que momentos estresantes de trabajo.
– Y qué decir del reencuentro familiar alrededor de una ‘buena mesa’, donde todos disfrutamos de la compañía de los nuestros y recordamos con afecto a los que no ya no están con nosotros. Una exquisita cena preparada con todo el cariño donde no faltarán dulces típicos y villancicos navideños.
-Dias de nervios e ilusión comprando los últimos regalos y disfrutando con los más pequeños de la iluminación navideña cada año más bonita y sostenible.
-Y lo más emotivo e importante: la ilusión con la que lo viven los peques, ver sus caras llenas de emoción al ver pasar la cabalgata y los nervios esperando a abrir sus regalos, algo que envuelve de magia la auténtica Navidad.
FELIZ NAVIDAD.