Joaquín Villanova cumple sus ‘bodas de plata’ como alcalde de Alhaurín de la Torre. Un lejano 28 de octubre de 1996 juró su cargo como nuevo regidor durante un intenso pleno en la Casa de la Juventud y puso fin a una serie de convulsos meses, llenos de sobresaltos políticos e inestabilidad institucional que se remontaba a enero de ese año, tras la dimisión del ex primer edil Antonio Vega.
Desde entonces, acumula hasta seis mayorías absolutas, cimentadas entre el 43 y el 61% del voto ciudadano -dicho de otro modo, entre 4.000 y 9.000 sufragios, con arreglo al progresivo aumento de población- en los distintos procesos electorales locales, y un protagonismo decisivo, como responsable directo, en la transformación radical del municipio.
Villanova, de 64 años, accedió a la Alcaldía, procedente de la Agrupación Social Independiente de Alhaurín de la Torre (ASIAT) y después de nueve años como concejal de distintas delegaciones, entre ellas, Juventud y Economía.
En un 1996 excesivamente complicado, con la vida institucional paralizada, con hasta cinco alcaldes distintos, resoluciones judiciales y un grave colapso económico de la tesorería del Ayuntamiento, decidió junto con un grupo de ediles de esa formación dar el salto al Partido Popular, que absorbió al buena parte del nucleo del grupo independiente.
