La decisión de suspender la Feria de Málaga el pasado año era una cuestión de sentido común. Pese los mensajes optimistas de la concejala de Fiestas, Teresa Porras, que hasta a principios de junio contempló la alternativa de organizar algunos recitales al aire libre para reactivar la economía local, la evolución de los contagios dio al traste con cualquier tipo de celebración. Mucho ha cambiado la situación sanitaria desde el verano de 2020, pero el virus sigue estado entre nosotros y la pregunta permanece en el aire: ¿Habrá Feria este año?
Sin llegar a confirmarlo de forma oficial, el Ayuntamiento de Málaga parece haber descartado que sea en agosto y ha lanzado un globo sonda: retrasar la fiesta a septiembre y hacerla coincidir con el día de la Victoria. Hasta el mes que viene no se tomará la decisión definitiva, que vendrá condicionada, según confesó esta semana el alcalde, Francisco de la Torre, por la incidencia del Covid. El edil no quiere dar pasos en falso y prefiere esperar a que los contagios “evolucionen” y los datos ofrezcan “más seguridad”. “Todo dependerá de que tengamos los mejores números posibles”, aseguró, indicando que el proceso de vacunación será un factor determinante.
Por su parte, los hosteleros se muestran a favor de que, de una manera u otra, la Feria se lleve a cabo con la mayor normalidad posible. Eso sí, estudiando las ventajas e inconvenientes que supondría retrasarla a septiembre. “No tener que suspenderla otro año sería más positivo, pero habrá que sentarse para valorarlo”, ha manifestado Javier Frutos, presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga. El responsable de Mahos, que resalta la importancia de la Feria “para el sector”, sostiene que habrá que esperar a que el Ayuntamiento se decida y, una vez se conozcan las fechas definitivas, analizar “los pros y los contras”.
El sector de puestos ambulantes, casetas y atracciones de Feria, uno de los más dañados por la pandemia, también ve con buenos ojos que la Feria se celebre en septiembre, aunque son muy conscientes de que todo “dependerá de cómo evolucione el virus”. “Sabemos que la afluencia de personas no será la misma, pero queremos trabajar”, afirma el presidente de la Asociación de Empresarios Feriantes de Málaga y Provincia, Rafael Blánquez.
A mediados de mayo, el Ayuntamiento malagueño activó la contratación por concurso público de la infraestructura de los distintos eventos de la Feria, entre ellos las actuaciones musicales del pregón y el Auditorio de Cortijo de Torres, el centro de exhibición ecuestre o la elección de la Reina y Míster de las fiestas. Al mismo tiempo, el consistorio ha ido suspendiendo aquellas ferias de distrito que debían haberse celebrado desde mayo (Churriana) a julio (Campanillas, Teatinos…), lo que deja abierta la posibilidad de que este año la ciudad tampoco festeje su Feria, opción que Francisco de la Torre no ha descartado.
Adiós a la fiesta en el centro
Si la situación epidemiológica permitiese la Feria malagueña en septiembre, el cambio de escenario trastocaría la celebración de forma considerable, ya que con el curso escolar arrancado y la mayoría de la población -nacional e internacional- de vuelta de sus vacaciones, la asistencia será significativamente menor. Además, ante la imposibilidad de paralizar una ciudad en pleno rendimiento laboral y cortar calles y vías principales, la Feria del centro corre el riesgo de desaparecer.
Y con la excusa de las nuevas fechas, el Ayuntamiento podría ejecutar un movimiento que lleva años practicando sin éxito: encerrar toda la celebración en el recito ferial y así evitar las quejas de los vecinos, el botellón pleno casco histórico y las estampas de jóvenes con la ropa interior en la mano que tanto daño hacen a la imagen de la ciudad. Una jugada maestra que evitaría las fuertes críticas con las que se topa el equipo de gobierno municipal cada vez que sugiere trasladar toda la Feria a Cortijo de Torres y ‘liberar’ al centro de tantos quebraderos de cabeza. En definitiva, aprovechar la oportunidad de oro que brinda la crisis del coronaviurs para replantear el modelo de Feria que se quiere para el futuro.