La semana del retorno

Los aspectos que más preocupan de la presencialidad son la conciliación, la mala alimentación, los contagios en la oficina, la distancia de seguridad, los desplazamientos en transporte público y el uso de la mascarilla en el puesto de trabajo

●        El 48% reduciría su ansiedad si tuvieran flexibilidad con respecto a la presencialidad, que la vacuna fuera obligatoria y tener claridad de las medidas de la empresa para seguridad

●        Al 78% su empresa les impone el modelo de vuelta y no pueden escoger

●        El 50% disfrutó mucho trabajando en casa y el 18% igual que en la oficina

●        El 28% es más productivo en casa y el 35% igual que en la oficina

Con un 75% de la población española con al menos una dosis de vacuna contra la COVID-19, la vuelta a la presencialidad en las oficinas en septiembre se impone de forma generalizada.

Sin embargo, con la variante Delta poniendo aún contra las cuerdas al sistema sanitario, los trabajadores españoles están viviendo esta vuelta con incertidumbre y, en muchos casos, incluso con ansiedad.

Esto es lo que se desprende de una encuesta realizada entre más de mil personas durante este mes de agosto por ekilu, la app de referencia en bienestar, y que revela que dos de cada cinco personas sienten ansiedad por tener que incorporarse presencialmente a su puesto de trabajo. Además, más de la mitad (54%) de los encuestados afirmaba que su ansiedad a la hora de incorporarse a la vuelta del verano a sus trabajos es mayor con respecto a antes de la pandemia. Y no hay que olvidar que es la segunda causa más común en bajas laborales. De hecho, suponen el 30% del total*.

El miedo a la pérdida de conciliación y a la mala alimentación, incluso supera al de contagiarse

Respecto a los aspectos que más preocupan ante los ‘planes de retorno a las oficinas’ son empeorar la conciliación de la vida familiar y profesional (46%), volver a hábitos de mala alimentación (46%), los posibles contagios que puedan producirse en la oficina (36%), que los compañeros mantengan la distancia de seguridad (35%), los desplazamientos en transporte público hasta el lugar de trabajo (35%) y el uso de la mascarilla dentro de las oficinas (32%).

Sin embargo, hay algunas opciones que plantean los encuestados para reducir estos niveles de estrés e incertidumbre que les genera volver a incorporarse presencialmente en las circunstancias actuales, y es que a casi 8 de cada 10 su empresa les impone el modelo de vuelta y no pueden escoger. Casi la mitad (48%) indica que les ayudaría tener flexibilidad con respecto a la presencialidad, seguido de la obligatoriedad a los empleados de tener la pauta completa en la vacuna (26%) y tener mayor claridad de las medidas de la empresa para garantizar su seguridad (21%).

Teletrabajo: disfrutado y productivo

Si algo bueno ha dejado la pandemia para muchos ha sido el teletrabajo, ya sea total o híbrido. Esa flexibilidad les ha permitido una mejor organización personal y una menor pérdida de tiempo en desplazamientos. Así, el 50% manifiesta que disfrutó mucho trabajando en casa y el 18% igual que en la oficina. En lo que a la productividad se refiere el 28% apunta a que lo es más en casa y el 35% igual que en la oficina.

“Pese a que los planes de retorno ya están comenzando de forma masiva, cada vez son más empresas las que están apostando por incorporar para siempre modelos de teletrabajo, ya sea totales o híbridos. Y es que, sin duda, a los trabajadores les ha permitido disponer de una mayor conciliación sin que ello afecte a su productividad, además de disponer de más tiempo para su autocuidado y para tener una mejor alimentación. No es de extrañar que, ante la perspectiva de volver a la oficina, lo que más les preocupa es perder ese tiempo y que su calidad de vida empeore, incluso más allá de los riesgos propios de la pandemia”, revela Carlos Melara, CEO y fundador de ekilu.

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