La Feria del Libro desconectada de las editoriales independientes

Hoy escribo como editor, no como analista político. Pero indudablemente lo que voy a decir tiene un trasfondo político. Ya lo decían los griegos, idiotas son los que no se preocupan por la cosa pública, es decir, por la política.

Apunto de que comience la Feria del Libro de Málaga estaría bien que nos fijáramos en cuántas casetas hay este año. Supongo que similar a la de los últimos años, porque la gran bajada se produjo hace unos diez años. Pero a las casetas presentes quitémosle la morralla institucional que abulta con stands pero que en general tienen pocos libros de interés literario o formativo.

Las ferias del libro no deben convertirse en lugares donde comprar ‘best sellers’ con descuento sino que deberían ser espacios con ‘libros raros’ y locales»

Las ferias del libro no deben convertirse en lugares donde los lectores compren los ‘best sellers’ con un 10% de descuento y ya está. Deberían ser espacios donde dar cabida a ‘libros raros’ y sobre todo en una feria del libro fuera de Madrid y Barcelona debería ser un lugar de encuentro con libros locales, es decir, en la feria del libro de Málaga con editoriales y autores malagueños.

Pero para que esto suceda las editoriales de la provincia deben ser informadas con tiempo de cuándo va a celebrarse la feria. Pero las que no están agremiadas en la Asociación de Editores de Andalucía no han sido informadas. Y desde hace unos años no han sido pocas las editoriales que se han ido saliendo del gremio (en toda España, no es algo exclusivo de Andalucía) porque los principales beneficios de estar agremiado son dos: más posibilidades de acceder a las subvenciones, y rebaja de los precios de las casetas en las ferias (en algunas ferias incluso es obligatorio estar asociado).

Pero llevamos varios años donde las subvenciones han descendido mucho, e incluso prácticamente se han esfumado. Y desde la crisis de 2008 —que al libro le llegó en 2011— la bajada de ventas es tan grande que es difícil que a una pequeña editorial le compense tener una persona durante diez días en una caseta sin apenas ventas por las mañanas y acabar la feria con poco más ingresos que lo que le ha costado la caseta.

Cartel de la Feria del Libro de Málaga 2023

Pero es que además la organización de la feria, y la concejal de Cultura Noelia Losada a la cabeza, podrían haber hecho algo tan sencillo como pedir a la Cámara de Comercio de Málaga que enviara un email a todas las editoriales de la provincia de Málaga para informarles de los plazos y precios para inscribirse a la feria del libro. Así cada editorial podría haber acudido o al menos haber cerrado con tiempo firmas en las casetas de las librerías.

No se entiende el gran apoyo que da la Diputación a los comerciantes en la feria Sabor a Málaga y que el Ayuntamiento no corresponda de forma similar en la Feria del Libro»

De todos modos si el Ayuntamiento de Málaga quiere que esta feria no muera, y que cada vez tenga menor presencia de casetas privadas, debería dar un mayor apoyo a las librerías y editoriales. No se entiende cómo la Diputación de Málaga paga la totalidad de las casetas de Sabor a Málaga a los productores gastronómicos en una feria con muchas ventas, y la concejalía de Cultura no sea capaz de corresponder de la misma manera en un sector donde las ventas son muy escasas.

Gonzalo Sichar es doctor en Antropología Social y licenciado en Económicas. Es director de la editorial Última Línea.

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