La artista palentina, de nacimiento, y residente en nuestra ciudad, nos ofrece una espectacular muestra en la céntrica sala de exposiciones La Antesala, situada en el Ateneo. Nos presenta una obra de gran formato- en su mayoría- donde la textura táctil y visual, es bañada de un gran colorido; aunque cabe decir que el eje vertebrador es el color plata y todas sus tonalidades.
La obra de Carrera no nos deja impasivos, sino todo lo contrario. El visitante que acuda a esta muestra recibirá, nada más cruzar el umbral de este espacio expositivo, un cúmulo de sensaciones cargadas de significado y fuerza. Todo ello lo podemos sentir al observar la obra llamada ‘Nailantei‘.
En dicha obra se nos presenta una combinación de tonos plateados desde la que emerge un niño en movimiento. En mi opinión, se trata de una obra cargada de fuerza, ternura y simbolismo.
En ‘Nailantei’ también nos llama la atención la presentación de la obra, ya que pende de cuatro pinzas. Esta opción expositiva imprime todavía más seguridad, si cabe.
Charo Carrera nos presenta algunas obras de formato irregular, como la que podemos contemplar a continuación ‘La sal de la Tierra‘.
Este cuadro de gran formato preside el espacio expositivo. Nos muestra un conjunto de texturas formadas por los pliegues del tejido dispuestos con formas irregulares, como el del propio formato obra.
De este cuadro lo que me llama la atención es la perfecta comunicación entre los dos colores que la conforman; dos colores tan opuestos en el círculo cromático.
Contemplar la presente obra es sentir el movimiento en estado puro. Sus pliegues se agitan formando bellas e infinitas tonalidades rojizas y verdosas.
La muestra también exhibe otras obras como ‘Mar de plástico’
El cuadro nos presenta una más que evidente crítica al sinsentido de verter todo tipo de plásticos y demás elementos tan ajenos al mundo marino.
Esta obra me sugiere un mar agonizante y tóxico por tanta atrocidad humana. Pese a esta personal interpretación, la considero una obra de gran belleza, donde los tonos ocres, marrones y agrisados se disponen de una forma movida y armoniosa.
Es un cuadro con un claro punto de partida. Los tonos cálidos llaman al que contempla el cuadro, le da la entrada al mismo y lo guía a través de él por medio de los colores que se van enfriando poco a poco.
Otra obra que ha llamado mi atención nos muestra la parte superior de la cabeza de una figura con un claro origen asiático.
Como podemos contemplar en esta maravillosa obra las sugerentes direcciones del cabello imprimen una exquisita sensación de movimiento, aspecto que se puede observar en la mayoría de la muestra. Considero una obra de gran elegancia y belleza.
La exposición color plata (me atrevería a decir) de Charo Carrera es una exquisita opción cultural para los malagueños y visitantes.
