La realidad virtual o los intereses creados

El primer axioma para tener las ideas claras con respecto al Estado de Derecho y la democracia es creer en ello.

Ya no sabemos, quién dice, o no dice la verdad, la cuestión es retorcerla para tenernos todo el día confundidos. Es muy difícil aclararse con estos dimes y diretes, que vuelven poco sobria la política. La única salida a todos estos embrollos inducidos son la reflexión y el sentido común. Los Estados de Derecho tienen o deberían de tener unas bases sólidas donde sustentarse. Esas bases son las constituciones y las instituciones. Y España las tiene.

Ahora bien, ¿se hace buen uso de ellas?. Por lo que se ve, se oye y se palpa, parece ser que no.

La defensa de los Estados son sus representantes y las leyes que lo protegen ante actos como, por ejemplo, el delito de sedición. Esta ley nos defiende contra quienes inciten y lideren cualquier tipo de ataque contra los intereses fundamentales de la nación, entre ellos la integridad territorial del Estado.

¿Pero entonces cuáles son los intereses en cambiar esta ley rebajando sus penas?. Según algunos argumentan, son para equipararla a otros países donde el castigo por el delito es menor.

Eso es una cuestión muy discutible y controvertida. Es una cuestión que merece madurarla, debatirla y someterla a opiniones de juristas de alto nivel.

Pero ¿Por qué tanta prisa y precipitación en modificar dicha ley?. Realmente es necesario hacerlo en estos momentos donde las prioridades son otras y mucho más urgentes.

¿Por qué tenemos que pensar que las leyes que tipifican ese delito en otros países son mejores que las nuestras?. Además, si nos preocupamos un poco en echarle un vistazo a las penas por este delito en otros países, podremos observar que en alguno de ellos son muy similares y en algunos otros, es mayor, aunque el nombre del delito cambie. Lo del nombre es lo de menos, lo importante es el contenido y el espíritu de la ley, y en eso, prácticamente no hay diferencias.

Durante el llamado ‘procés’ se cometió delito de sedición, hay quien piensa que todavía fue un delito más grave aún, pero eso fue lo que dictaminó la justicia y debemos respetarla, ese es el juego establecido. Es decir, las autoridades de aquel momento incitaron y lideraron un delito contra el Estado y contra el orden territorial. Sin embargo, esas personas no han cumplido la mayor parte de las penas impuestas por los tribunales, debido a la gracia del indulto, un verdadero agravio comparativo con otros delincuentes que deben de cumplir sus penas según lo establecido.

Es fácil de sospechar que el motivo real para modificar dicha ley es porque los partidos que apoyan al Gobierno practican contra este la extorsión y le ponen en el brete de elegir entre esta modificación o el dejarlos de apoyar con las consecuencias que esa decisión conlleva.

¿Debe un gobierno democrático dejarse chantajear por unos señores que han demostrado mil y una vez que España les importa un comino?.

Ningún gobierno debe ser víctima de sus dependencias, sobre todo si estas son indecentes.

¿Viven nuestros representantes la realidad de la calle o viven en un mundo virtual endogámico donde priman los intereses espurios?

Ustedes mismos.

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