Lasciate ogni speranza (Dante)

Un prestigioso periódico nacional daba hace unos días una noticia que  parece una metáfora sobre estos tiempos inciertos que nos está tocando vivir: la sede del que fue el partido comunista de más éxito en la Europa democrática, el PCI italiano, se convertirá en uno de los hoteles más lujosos de Roma.

Como recordarán los más veteranos, los comunistas italianos fueron los primeros en renunciar a las utopías marxistas-leninistas.  Y fue precisamente el Secretario del PCI, Enrico Berlinguer quien en 1.973 propuso el ‘compromiso histórico’: aceptar que los partidos comunistas no podían seguir aspirando a la dictadura del proletariado, ni al poder absoluto, ofreciendo un acuerdo para gobernar con la Democracia Cristiana. “No se puede gobernar un país con el 51% de los votos”, podría ser el resumen de la propuesta de Berlinguer.

Si el italiano resucitara y mirara a su vecino país, España, comprobaría que su teoría del 51% estaba equivocada. Aquí se gobierna con el 50´01 % de los votos. ¿Se gobierna?  Bueno, es una forma de hablar. En nuestro país, la clase política prefiere que la ciudadanía camine sobre el filo de una navaja antes que llegar a un acuerdo que nos saque de la que – a juicio de analistas, economistas y sociólogos – es la peor crisis desde la Guerra Civil de 1936.

Porque, aparte las emotivas euforias locales como las que vive la capital malagueña, donde incluso en titulares de periódicos prestigiosos nos empiezan a comparar con Madrid y Barcelona.

La realidad española, la andaluza y la malagueña están más cerca de la desolación que del optimismo»

Debe ser que el español, el andaluz y el malagueño son fáciles de contentar. Como mi amigo Gustavo que, en medio de la tremenda sequía de este año, me dijo tras una tormenta en el mes de mayo: “Emilio, Dios aprieta, pero no ahoga, ya está salvada la agricultura. “Mi amigo no se había acercado al pantano de la Viñuela, en el que apenas había agua para salvar las últimas ranas. No había leído las cifras del paro, ni tenía la menor idea de que nuestra provincia se encuentra entre las cinco últimas más pobres de España, ni que Andalucía se mantiene en el puesto 9º por la cola de entre las 230 regiones europeas.

PORQUÉ EL POLÍTICO ESPAÑOL TIENE ALERGIA A LOS ACUERDOS

Cuando lea usted este artículo ya se conocerá el resultado de las elecciones andaluzas. Si ha seguido la campaña electoral sabrá que la palabra más ausente de los mítines, entrevistas y declaraciones es ACUERDO. Está proscrita. No importa que el 70% de los andaluces quieran que haya un acuerdo entre los principales partidos. Tiempo perdido: todos quieren estar en la mágica coalición que agrupe al 51% de los votantes. ¿Y el 49 % restante?… “La democracia es la democracia”, dirá mi amigo Gustavo, el de la tormenta de mayo. No importa que el 45 % de los menores de 25 años estén viviendo del trabajo o la pensión de sus padres. No importa que el precio de la vivienda en Málaga sea de 2.700 euros el metro cuadrado a causa de la repercusión del suelo en el precio final. No importa que el abandono escolar temprano condene a nuestra juventud a ser, en el presente y en el futuro, los empleados peor pagados de Europa. ¿La deuda de 1´44 billones de euros? ¡Qué tontería …ya la pagarán los que vengan detrás!

Los italianos, – como antes alemanes, suecos, holandeses, belgas y daneses, – han seguido el consejo de Berlinguer, aunque sea con 50 años de retraso: el 16 de febrero del pasado año aparcaron sus diferencias, el presidente Matarella llamó al economista de más prestigio de su país, Mario Draghi, y desde entonces gobiernan juntos antiguos comunistas, socialistas, extrema derecha, los chicos de Berlusconi, los populistas de 5 Stelle, y los residuos de la Democracia Cristiana. Y es que en este acuerdo se jugaban la supervivencia de Italia como país solvente y con peso en el contexto internacional.

NOÉ ERA ALEMÁN

Con mi propio esfuerzo y mi escasa inteligencia he llegado a una conclusión: la humanidad se salvó porque Noé era alemán. De haber sido español o andaluz, todavía estarían discutiendo quién iba a remar, quién haría las guardias, quién cuidaría de los animales y quién ordeñaría la vaca. Para esto último, si la tripulación hubiera estado formada por políticos españoles, todos se ofrecerían voluntarios:

pocos países europeos gozan de una clase política como la española, dispuesta siempre a exprimir la ubre de lo público en beneficio propio y de los suyos»

No es casualidad que nuestro país sea una democracia constitucional en la que los partidos políticos son el único ente público que se rige por normas antidemocráticas. La razón es muy sencilla: la actividad política, convertida en profesión vitalicia, es el más formidable ascensor social. No es casualidad que al 90 % de los principales líderes políticos nacionales, regionales y locales no se les conozca otro empleo ni otra nómina que la de su propio partido. ¿Cómo no entender el pánico de esta extraña especie a llegar a acuerdos para hacer frente a los enquistados problemas españoles y andaluces, si temen que esos acuerdos puedan poner en peligro su privilegiada posición en la sociedad española que los incuba, los alimenta y los mantiene de por vida? Porque un militante de un partido español o andaluz es, antes que nada, un ‘nominante‘: el sueño de cualquiera de ellos es que la jubilación le llegue sentado en el Congreso de los Diputados, en el Senado o en las Cinco Llagas, o en cualquiera de los miles de organismos públicos (la mitad de ellos de discutible necesidad).

LAS MAYORÍAS ABSOLUTAS NO MEJORAN LA INTELIGENCIA DEL GOBERNANTE

Analistas con más solvencia que yo han señalado las múltiples causas del triunfo del PP. O mejor, del triunfo de Moreno Bonilla y Elías Bendodo. Los dos malagueños han formado un tándem que ha resultado de una eficacia manifiesta. Ahí está la mayoría absoluta para demostrarlo.

¿Pero saben los lectores que las mayorías absolutas no solucionan los problemas, las carencias, la mala gestión, los errores ni el despilfarro, y – ni mucho menos – producen un incremento de la inteligencia de los ganadores?»

¿Saben ustedes que las mayorías absolutas, de acuerdo con la experiencia andaluza durante 37 años de gobiernos socialistas, sólo sirven para que la soberbia del gobernante prescinda de cualquier sugerencia de la oposición o de los expertos, y se equivoque solo? ¿Que las mayorías absolutas, en una región como la nuestra, en la que no existe la cultura de la escucha, ni se ha asimilado que la mejor política es la que aprovecha la inteligencia colectiva, sólo sirven para que el gobernante se vuelva sordo y ciego?

Para demostrar que las mayorías absolutas no son un talismán que resuelve los problemas por la magia de la mayoría, aquí está la realidad para corroborarlo: tras recibir 120.000 millones de euros de la UE, Andalucía, en vez de converger con Europa, se aleja cada vez más. Cada vez más pobres, cada vez más alejados de un modelo de economía competitiva en el mundo globalizado. Una vez más tengo que confesarlo: la mayoría del PP (como antes las sucesivas mayorías del Psoe) no provocarán ninguna reforma de calado en Andalucía. Lo decía Einstein: “No esperes resultados diferentes si sigues haciendo las cosas como siempre las has hecho”.

A menos que haya un acuerdo entre todos los partidos andaluces que aceptan la economía de mercado y los impuestos progresivos como líneas maestras de nuestra sociedad, Andalucía no tendrá la confianza de los inversores internacionales, sin los cuales jamás saldremos del subdesarrollo. Que con el potencial que tiene nuestra región estemos más cerca de Extremadura que de Cataluña o incluso de Valencia permite hacernos una idea de la ineficacia de nuestros sucesivos gobiernos. Que sigamos siendo la novena región europea con los peores datos de empleo, de fracaso escolar, de falta de transparencia y de inversión extranjera es la prueba irrefutable de que las mayorías absolutas, en vez de solucionar los problemas, los agudizan.

LA PROPAGANDA NO SUSTITUYE A LOS DATOS

Cada vez con más frecuencia los medios afines al poder andaluz intentan hacernos creer que hay un ‘milagro andaluz’. Ni la ‘California del Sur’ de Borbolla pasó de ser un lema, ni la ‘Andalucía imparable’ existió nunca, ni en “diez años estaremos entre las diez regiones europeas más desarrolladas”, como prometió Chaves en uno de sus recurrentes delirios, ni existe una ‘Málaga Valley’, fuera de los titulares de los medios pagados por el inagotable fondo de la propaganda.

Una cosa es que los andaluces estemos condicionados en nuestros juicios por la llamada paradoja de la satisfacción, – según la cual siempre creemos que no existe nada mejor que Andalucía, y consideremos que somos muy felices cuando nos comparamos con otros pueblos mucho más ricos o más cultos y con sociedades más igualitarias-, y otra muy diferente, que los propios gobernantes oculten la realidad por miedo a que sus oponentes les digan: “¡Pues claro que Andalucía no levanta cabeza; qué se podía esperar de gente como vosotros…!”

Esta es la irrefutable realidad:

PIB PER CÁPITA                      CONVERGENCIA €              DESEMPLEO

UE                        32.374 €                 100 %                         6´4%

ESPAÑA              25.460 €                   84 %                        16´3%

ANDALUCÍA       17.747 €                   54 %                        21´1%

MÁLAGA            18.801 €                    57 %                        19´7%

PRESIDENTE, ESTOS CONSEJOS SON GRATIS

Hasta el más tonto de mi pueblo (que soy yo) podría dar al presidente andaluz un programa de gobierno, sin el cual no levantaremos cabeza. Porque si en algo están de acuerdo todos los políticos andaluces es en que el potencial de crecimiento económico de Andalucía está muy por encima de la deprimente realidad andaluza, medida en riqueza, en empleo, en fracaso escolar, en asistencia sanitaria y en la calidad de sus instituciones. Así que aquí van, gratis, mis propuestas:

La primera es que el presidente conozca la realidad andaluza, saliendo del Palacio de San Telmo y recorriendo Andalucía para reunirse con el mundo productivo real. El que está al pie del tajo, que son los empresarios concretos con nombres y apellidos. El coste es mínimo, presidente: una libreta, un bolígrafo y unos expertos que le acompañen dependiendo del sector con el que se reúna. Tómese un mes. Sin prisa. Piense que desde Ayamonte, en Huelva, a Villaricos, en Almería, hay 630 km. Avísele a su señora y a sus hijos de que muchos días tendrá que dormir fuera de casa.

Segundo: haga un gobierno con los mejores. No importa de dónde provengan ni cuales sean sus simpatías políticas. Y cuide sobre todo de que estén dispuestos a irse en el momento en que sus colaboradores más cercanos intenten que, si traen malas noticias, cierren la puerta de su despacho por dentro. Por si no lo sabía, el presidente más nefasto que ha tenido Andalucía, el hijo del coronel de Caballería, apenas se veía con sus consejeros, tales eran los filtros que había ido poniendo.

Tercero: reciba todos los meses a los portavoces de TODOS los partidos políticos. Incluso a su propio portavoz. Óigalos. Y más al que le traiga las peores noticias. Mientras los oye, tome usted mismo notas de lo que le digan. Y explíqueles un tema que viene en primero de Economía: un país adquiere más credibilidad entre los inversores cuanta más seguridad trasmite. Y trasmite más seguridad cuantas más coincidencias existan entre el gobernante y la oposición.

Cuarto: recuerde que le hemos elegido para desarrollar el mayor potencial posible de desarrollo. Habré quien le diga que un 28´5 % de los andaluces están en riesgo de pobreza. Es verdad. Pues dígale a quien se lo recuerde, que la primera causa de la pobreza es la falta de trabajo. La segunda el déficit en Educación y la tercera la estructura de los salarios que – casi siempre – es consecuencia de las dos primeras causas.

Quinto: no olvide que su gobierno no es una Agencia de Colocación. Por haberlo olvidado sus predecesores y usted mismo, tenemos en Andalucía unos 280 entes públicos que en un 50 % son prescindibles. Jubile generosamente a todo el que no sea necesario (como hicieron los bancos españoles): es mucho más barato enviar el sueldo a casa de alguien que no tiene nada que hacer, que estabularlo gastando luz, agua y cafés y entreteniendo a quienes sí tienen trabajo.

Sea valiente. No cree ni un solo organismo público nuevo ni aunque se lo pida Elías Bendodo. Es más, sea usted original: empiece quitando el sueldo al Consejo de Administración de la RTVA y al Consejo Asesor de la misma. Con una vez al mes que vengan a tomar copas a Sevilla es suficiente. Les paga las dietas, un hotel de cuatro estrellas, y que todo lo demás se lo paguen de su bolsillo. Se ganará usted un buen puñado de enemigos, incluidos los de su propio partido…Pero habíamos quedado en que usted venía aquí a servir a los andaluces, no a unos cuantos jetas privilegiados que se declaran  ellos mismos imprescindibles. Los únicos imprescindibles son los 8.427.405 andaluces, de los cuales casi la mitad le votaron a usted, y una cuarta parte está sin trabajo. No siga creando burocracia. Resístase. Canal Sur necesita trabajadores, necesita indios, no jefes.

 ¿INDUSTRIA, TURISMO, AGRICULTURA, MINERÍA, COMERCIO, ENERGÍA, ECOLOGÍA…?

Presidente, como doy por hecho que usted conoce la realidad económica andaluza, y si no es así, tendrá cerca quién se lo pueda explicar en poco tiempo, le garantizo que – a menos que usted adquiera suficientes conocimientos para tener un criterio propio-, se pasará la mitad de la legislatura sin hacer nada.

Quizá le sirva un ejemplo: cuando pactó el gobierno con Ciudadanos, los naranjas venían con la loable intención de ‘abrir los cajones’ que el Psoe había dejado lleno de documentos comprometedores. Fue así como la viceconsejera de Trabajo creó el llamado ‘comando antifraude’. En la creencia de que CS estaba dispuesto llegar hasta el final, le pregunté a un diputado de Ciudadanos de Málaga: “Javier, ¿cuándo váis a empezar a poner en evidencia la corrupción masiva de los gobiernos anteriores?”. “Necesitamos tiempo: al menos dos años para abrir los cajones…”.

Ahí quería llegar, presidente. Andalucía no está para esperar dos años más antes de cambiar las políticas anti-desarrollo que dejó el Psoe, en forma de leyes, decretos y normas.

Debería usted saber que no hay desarrollo sin inversores extranjeros, porque no existe en Andalucía músculo financiero suficiente para emprender políticas inversoras que cambien la situación actual»

¿Sabe usted que desde el año 1996 la inversión extranjera en España ha sido de 390.000 M de euros y que Andalucía sólo ha recibido en estos 26 años el 2´5 % de esa cantidad? ¿Sabe usted que las empresas de capital extranjero emplean a 1´27 millones de empleos y que sólo 90.000 se ubican en Andalucía?

ENSOÑACIONES y REALIDADES

Conservo amigos que insisten en defender que Andalucía debería apostar por un modelo industrial. No les falta razón: las inversiones industriales se hacen a largo plazo, y además son las que pagan mejores salarios. Pero la realidad nos dice otra cosa. La primera es que los sucesivos gobiernos andaluces han sido incapaces de desarrollar la industria más lógica, la agroalimentaria; siendo como somos la primera potencia agrícola de España.

La segunda nos dice que los inversores extranjeros miran hacia nuestro país como lo que es realmente: un territorio de clima suave, ciudades llenas de arte, gentes acogedoras y precios competitivos. Millones de europeos sueñan con jubilarse en España, y Andalucía es una de sus regiones preferidas. Tenemos buenas infraestructuras en comunicaciones y sanidad. Un aeropuerto, el de Málaga, conectado diariamente con más de 100 ciudades europeas. ¿Por qué no intentamos atraer al segmento de mayor capacidad de gasto para que compren sus casas en Andalucía, y que una vez jubilados pasen aquí la mayor parte del año ?. Los portugueses lo supieron hacer: cuando el gobierno Chaves decretó que ya estaba bien de turismo náutico y de golf en Andalucía, ellos captaron a esos millones de turistas mediante estímulos fiscales y agilidad burocrática.

 ¿ No podemos vender – como hacíamos antes de que el gobierno andaluz y el elitista lobby ecologista decidiera convertir Andalucía en un inmenso Parque Natural- 30.000 viviendas a extranjeros cada año, dando preferencia a los residenciales que se acompañaran con campos de golf ?…( se lo diré en voz baja: ¿ sabe usted que los campos de golf de la Costa del Sol se riegan con agua reciclada, ahorrando a Medio Ambiente varias decenas de millones de euros en depuración ?.

Con los ingresos públicos que genere el turismo residencial, tendrá recursos para poner en marcha Parques Industriales a precios competitivos. Podrá reforzar la Educación, principalmente la FP con más capacidad de convertirse en empleo bien remunerado. Y, sobre todo, mejorará la Sanidad Pública que la pandemia ha dejado maltrecha.

….Y APRENDA INGLÉS, HOMBRE

No quiero cansarle más. Debe estar agotado con tantas celebraciones. Si cuando llegó usted a Andalucía como desahuciado, pasaba la mayor parte del tiempo en la enfermería, curándose las heridas de las dagas florentinas que le clavaban sus propios compañeros, hoy le deben doler las manos de tantas felicitaciones; y los oídos de tanto elogio de quienes esperan de usted lo que corresponde a un político al uso:  ‘no se olvide de lo mío’.

No pierda más tiempo. Si Chaves contrató un logopeda para dejar de decir ‘minoyes’, usted contrate a un buen profesor de inglés para que su dicción sea la mejor posible cuando salga en Canal Sur diciendo WELCOME TO ANDALUCÍA, PLACE OF OPPORTUNITIES.

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