Durante los inicios de la Transición había numerosos grupos ultras que utilizaban la violencia para impedir el avance hacia la democracia. Algunos de ellos eran grupos terroristas como el Batallón Vasco Español o la Alianza Apostólica Anticomunista —conocida como Triple A—, con conexión más o menos directa con algunos miembros del estamento policial de la época, donde no faltaban colaboradores del antiguo régimen franquista.
Otros estaban constituidos por organizaciones satélites de partidos de ultraderecha, como la Guardia de Hierro y la Legión de San Miguel Arcángel, que pululaban alrededor de Fuerza Nueva, con mayor o menor independencia del partido de Blas Piñar.
En 1977 Fuerza Nueva quedó fuera de la Asamblea Constituyente, pero dos años más tarde se coló fugazmente en el Congreso al presentarse en una coalición con varios grupos falangistas. En 1982 la ultraderecha pasó a ser historia en España, al menos durante casi 40 años.
En la derecha democrática nunca se repescó en la ultraderecha. Todo lo contrario, las alas más derechistas del PP han abandonado el partido»
Tanto los terroristas como los políticos de la ultraderecha no fueron reciclados en Alianza Popular, partido —o federación de partidos inicialmente— bastante a la derecha del actual Partido Popular, en cuya fundación además de AP participaron los democristianos del PDP, los liberales de UL y se incorporó a bastante talento de la diezmada UCD. Años después el CDS se integró también. Pero la derecha democrática nunca repescó en la ultraderecha.
Todo lo contrario, las alas más derechistas del PP siempre han abandonado el partido. En 1996 lo hizo sin éxito electoral el Partido de Acción Democrática Española (PADE), cuyo presidente nacional fue Juan Ramón Calero Rodríguez, antiguo portavoz del PP en el Congreso de los Diputados. Y en 2013 se produjo otra marcha de derechistas del PP, fundando un minúsculo Democracia y Libertad Popular (DLP) y por otro lado Vox, con un éxito en las urnas pero que no se produciría hasta cinco años después.
En la izquierda se repesca a la ultraizquierda y no pasa nada»
En la izquierda no ocurre lo mismo. El PSOE fichó a destacados dirigentes —como Francisca Sauquillo— de la maoísta Organización Revolucionaria de los Trabajadores (ORT). El Partido Socialista de Euskadi absorbió en 1993 a Euzkadiko Ezkerra —el brazo político de ETA político militar, organización con sonoros secuestros como los de Javier Rupérez o el padre de Julio Iglesias y con 28 asesinatos que prácticamente todos han quedado sin juzgar—.
Por Izquierda Unida han pasado desde la secta Partido Humanista al Colectivo de Unidad de los Trabajadores – Bloque Andaluz de Izquierdas de Juan Manuel Sánchez Gordillo que pidió el voto para Iniciativa Internacionalista, la marca electoral con la que los ‘abertzales’ se presentaron a las europeas de 2009. Además ha integrado partidos radicales como el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) y a organizaciones con orígenes en organizaciones terroristas como Espacio Alternativo, como detallaré más adelante.
Y si hablamos de los socios de Pedro Sánchez, o sea, los socios del PSOE —por mucho que Emiliano García-Page en época ya pre-electoral proteste ante el temor de quedarse sin tostada hay un solo Partido Socialista que vota al unísino—, su vinculación con la violencia de extrema izquierda pone los pelos de punta.
Sin conocer los orígenes de estos socios malavenidos —al menos para España y me temo que a larga también para el PSOE— es más complicado entender por qué la coalición gubernamental está legislando a todo correr para suprimir el delito de sedición.
Podemos
Nacido en vísperas de las elecciones europeas de 2014 consiguió 5 diputados y fue la cuarta fuerza electoral. Pero su verdadero terremoto se produjo cuando en las elecciones generales de 2015 consiguió 69 escaños.
¿Cómo de la ‘nada’ un partido pudo conseguir 5 eurodiputados con tan sólo cuatro meses de preparación? Pues porque no surgió de la nada. Ni siquiera únicamente de los movimientos surgidos a partir del 15-M ni del laboratorio de la facultad de Ciencias Políticas de la Complutense. Viene de lejos.
La semilla de Podemos está en ETA V y VI Asamblea»
Jaime Pastor —un ex militante del FLP—es clave en la historia de Podemos. Se exilió a Francia en 1969 donde entraría en contacto con la trotskista Ligue Communiste Révolutionnaire.
En 1973 volvió a España y participó de forma destacada en la organización de la Liga Comunista Revolucionaria (LCR), que, además, se fusionaría con una escisión de ETA ocurrida en su VI Asamblea(1970). De hecho, durante un tiempo la organización se denominaría LCR-ETA (VI).
Por otro lado, el Movimiento Comunista (MC), que provenía de ETA V Asamblea (1966), en 1991 acabaría fusionándose con la LCR, creando Izquierda Alternativa.
En 1993 Izquierda Alternativa se dividió en dos en casi toda España y el grupo proveniente de la LCR formaría Espacio Alternativo, que se integraría como corriente organizada en Izquierda Unida.
En diciembre de 2007, la corriente abandonaría la coalición y un año más tarde se convertiría enel partido Izquierda Anticapitalista, liderado por Jaime Pastor. Pues esta Izquierda Anticapitalista es la que da el registro a Podemos en el Ministerio del Interior, y actualmente es parte importante de Podemos en casi toda España menos en Andalucía.
La conclusión es que, aunque en Podemos han participado muchos colectivos, su semilla está en ETA V y ETA VI.
Esquerra Republicana de Catalunya
Fundada en Barcelona en 1931 al unirse el Partit Republicà Català de Lluís Companys, Estat Català de Francesc Macià y el grupo editorial L’Opinió.
Con Macià al frente, ganó las elecciones catalanas de 1931, proclamando la República Catalana dentro de la «Federación Ibérica». En 1934, Lluís Companys, aprovechando la tensión obrera que acabó derivando en la Revolución de Asturias, proclamó el Estado Catalán dentro de la «República Federal Española».
ERC ha coqueteado con la violencia, desde el fascismo en los años 30 a Terra Lliure en los 90»
Durante esos años sus juventudes tenían un brazo armado conocido como los escamots y a quienes hoy en día todavía los dirigentes de ERC los tienen por héroes. Principalmente era una organización de combate contra los anarquistas. Desde los sectores del catalanismo ‘progresista’ se les tildaba de «aprendices de nazis».
Uno de los primeros jefes fue Josep Dencàs, el único miembro del gobierno catalán que evitó la cárcel, huyendo por las alcantarillas del Palacio de la Generalidad, y de ahí escapó al extranjero, apareciendo tan solo una semana más tarde en el balcón de la Piazza del Popolo, en Roma, durante un discurso de su protector, Benito Mussolini.
ERC pidió el ‘No’ en el referéndum constitucional por no contemplar la República ni el «derecho a la autodeterminación de los pueblos». Estrepitoso fracaso, ya que el ‘Sí’ superó el 90% en las cuatro provincias catalanas, siendo la cuarta región donde mejor aceptación tuvo la Constitución (la primera, por cierto, fue Andalucía con 91,9%).
En 1979 se celebró el Referéndum sobre el Estatuto de autonomía de Cataluña, y ERC cambia de estrategia y pide el ‘Sí’, pese a no llenar ni de lejos sus demandas. Sin embargo, para el Estatuto de autonomía de 2006 pidió el voto negativo, pese a que concedía mucho más autogobierno que el de 1979 que apoyaron.
ERC hizo de mediador para la reinserción de los presos de Terra Lliure proponiendo la integración de sus miembros en el partido.
Para quienes creen que este ha sido un proceso satisfactorio de reinserción de un grupo terrorista y solo aprecia buena voluntad en ERC, cabe recordar que el 1 de julio de 2007 el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, sufrió amenazas de muerte de unos desconocidos que pintaron en el portal de su casa, en Barcelona, la advertencia: «Albert muérete. Fuera Ciudadanos», y firmaron como Terra Lliure. Y dos meses después volvió a recibir una carta en su domicilio con una foto suya pintada de rojo y con una bala sin percutir en la frente. En la carta se le decía que si no cesaba en dos meses su «política incoherente» y «anticatalanista», sería «expulsado por la fuerza o enterrado para siempre». También le decían que «no querían utilizar la bala» que le habían mandado. Los dos remitentes eran militantes de las Juventudes de ERC —aunque firmaron como Segadors Catalans—, que si bien fueron expulsados, da una idea de quiénes integran ese partido.
Conclusión, ERC es un partido que en los años 30 no tenía si quiera claro si tirar hacia el fascismo o el comunismo —sí hacia uno de los dos totalitarismos hegemónicos—, aunque el apoyo de los fascistas italianos al centralista Francisco Franco, los empujó a integrarse en el Frente Popular. Además es un partido que ha acogido a terroristas en su seno.
EH Bildu
Su creación fue acordada por Eusko Alkartasuna (EA), Aralar, Alternatiba y la ‘izquierda abertzale’. Su primera candidata —para las Elecciones Vascas de 2012— fue la escritora Laura Mintegi. Aunque han querido vender que EH Bildu «ha superado lo que era Batasuna», Mintegi ya figuró en las listas de Amaiur en las generales de 2011 y hasta en las de HB en las europeas de 1987 y de 1989.
No se puede llamar filoetarra a quienes llevan en su seno al brazo político de ETA»
La lista además estaba trufada de legendarios dirigentes de los peores tiempos del terrorismo, y por si fuera poco, para la confección de las listas electorales EA decidía el 20% de los nombres, Aralar el 13% y Alternatiba el 7%. El 60% restante quedaba en manos del único grupo que no estaba constituido en grupo legalizado, es decir, la denominada ‘izquierda abertzale’, que en realidad era el todavía ilegalizado Sortu.
Llamar filoetarras a los miembros de EH Bildu desde la tribuna del Congreso no lo permite quien preside esa institución, a pesar de la constatación del papel destacado de esa llamada izquierda ‘abertzale’, o sea Sortu, es decir la última marca de Herri Batasuna y que además está dirigido por su último portavoz Arnaldo Otegi.
España en manos de quienes se quieren marchar
Ahora que conocemos a los socios del PSOE, es mucho más fácil entender por qué quieren que desaparezca el delito de sedición, y por qué lo hacen por la vía de urgencia y sin debate, no vaya a salir a relucir algo de lo que aquí se expresa.
Gonzalo Sichar es doctor en Antropología y licenciado en Económicas. Profesor de Antropología en la UNED. Es autor de más de una decena de libros y coautor de otros tantos, entre ellos ‘Las siglas de la democracia’.
