Empresarios y bañistas de de distintos puntos de España – Las Palmas, Barcelona, Valencia, Palma de Mallorca o Málaga – critican la medida publicada por el Boletín Oficial del Estado (BOE), una ley que obliga a llevar la mascarilla puesta en cualquier espacio público, sin importar la distancia a la que se encuentre el resto de personas. Hay que llevarla siempre, incluso si se trata de una persona sola tomando el sol en su toalla.
«La mascarilla ha llegado para quedarse», ha asegurado la ministra de Sanidad tras la reunión del Consejo Interterritorial de Salud. Carolina Darias ha hecho esta afirmación al ser preguntada en numerosas ocasiones por esa polémica modificación, con la cual algunas comunidades y sectores (como la hostelería o el turismo) ya han manifestado su disconformidad y desconcierto.
En Málaga, el presidente de la Diputación, Francisco Salado, ha considerado que la nueva ley que obliga al uso de las mascarillas en playas, aunque se mantenga la distancia de seguridad, constituye «un nuevo ejemplo de la improvisación permanente del Gobierno en la lucha contra la pandemia como otro ataque al sector turístico de nuestro país».
