No sin ellos

¿Tienes Alas? Pues Úsalas

La vida y la muerte van unidas de la mano. Tienen una relación perpetua y fiel. La más fiel diría yo que existe.

Estamos viviendo un tiempo enmarañado y confuso donde se mezclan valores esenciales que nos han servido siempre de guía para vivir, con los actuales. Ahora, todo lo que nos enseñaron tenemos que aprender a excluirlo. Compartir, besar, abrazar…. ya no nos valen, han perdido su mérito. Y, sobre todo, la mejor recompensa gratuita que nos ofrecía la vida.

Enseñanzas que debíamos trasladar, delegar de generación en generación. Algunas, como el sentido de cuidar, amar y respetar a nuestros mayores tienen una cotización muy baja. El coste que se está cobrando con ellos no es equiparable al que ellos tuvieron por nosotros.

No solo se les debe respeto sino admiración. He tenido la gran suerte de conocer a grandes personas que, como a todos nosotros nos ocurrirá alguna vez, han tenido una vida que contar y una vida que perder.

Ellos, nuestros mayores, han sido virtuosos en matemáticas, ciencias, naturaleza y sociedad. Nadie mejor que ellos para enseñarnos el valor del ahorro, de salir airosos a fin de mes. Del saber humano, sus conocimientos y experiencias. El valor de la tierra y los animales. Y, sobre todo, el respeto al prójimo y la ayuda en común.

Nos dieron enseñanzas magistrales que desafortunadamente ya no valen. Pero los legados, quedan en la historia como otros tantos. Y el vuestro, no será menos

Seguramente no os acordéis en qué momento se os arrugaron las manos. No sepáis el día en que salieron vuestras canas, ni en qué instante vuestros ojos se marchitaron. Estábais tan ocupados en sacar vuestra vida adelante que el resto sobraba ante tanta adversidad

Para los que seguís en la brecha sabed que solo porque se arrugue la piel no significa que también el alma.  El alma sigue igual. No sois mayores, solo han cambiado pequeñas cosas.

Aún sois ese joven que piensa salir corriendo, pero en estos momentos, no puede. Sois esa madre que intenta seguir cuidando y protegiendo a su hijo, pero ya no tiene fuerzas. Eres ese profesor cargado de historias y conocimientos que a veces se olvidan. O esa pareja de enamorados que sentís vuestros corazones latir al estar juntos, pero más lento. 

Fotos del ayer

Todos seguís siendo lo que siempre habéis sido. La esencia no muere, no os la pueden quitar. Tan solo estáis en un tiempo de descanso bien merecido. 

Mis queridos héroes. ¿Quiénes somos nosotros para impedirlo?.

 

Yolanda León Ruíz. Trabaja como monitora de Integración Social para Enfermos Mentales.

 

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