Es la única que queda. La última imagen del dictador Francisco Franco en la vía pública española. Y está en Mellila.

La retirada de la estatua fue debatida la pasada semana en una comisión del Parlamento de Melilla y Vox optó por la abstención en la votación para oponerse públicamente.
El partido de Abascal quiere mantenerla a toda costa en las calles de Melilla. Y ha encontrado un argumento:
«Representa al comandante Franco y no le afecta la Ley de Memoria Histórica ya que conmemora la llegada de la Legión a Melilla en la guerra contra Marruecos en 1921, permitiendo mantener la ciudad bajo el control de España».
Vox Melilla
En cualquier caso, Vox asume que la retirada será aprobada por el Pleno con los votos del PSOE, CPM y Ciudadanos y ya adelanta que exigirá que se salvaguarde «la integridad de la obra», «su acceso a los melillenses» y que se mantenga la conmemoración de este episodio de la historia «gracias al cual Melilla sigue siendo España».