Puedo prometer y prometo

La famosa frase pertenece a Adolfo Suárez y está enmarcada en las elecciones generales de 1977. La fórmula ideada por Fernando Ónega llevó a la UCD – Unión de Centro Democrático – a obtener el triunfo en los comicios por delante del Partido Socialista Obrero Español. El experimento en primera persona de Suárez fue objeto de burla al principio por parte de tertulianos y humoristas, pero después se ha convertido en uno de los símbolos de la Transición española.

Fernando Ónega

‘El puedo prometer y prometo’, versión actualizada, va a salir a pasear esta primavera, sobre todo después de Semana Santa, pero esta vez con mensajes más cercanos como corresponde a las municipales. Los socialistas han elegido un tema tan preocupante como el de la vivienda, con las subidas de los alquileres y la proliferación de las turísticas. Y el PP vende gestión, impronta De la Torre y la futura Expo 2027, que si salva obstáculos pasará a la siguiente-siguiente legislatura.

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En los 70 y los 80 el poder de las palabras fabricaba ilusiones que conectaban directamente con el ciudadano. Casi medio siglo después las palabras se cobijan en redes sociales y estrategias. La política se ha vuelto demasiado previsible con enfrentamientos rutinarios que alejan al votante del escenario.

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Ahora las promesas se han vuelto peligrosas porque San Google recuerda con celeridad ‘lo que dijiste y no cumpliste’. El cementerio de proyectos olvidados no baja su cuota, pero como hablar sigue sin tener coste el ‘Puedo prometer y prometo’ se volverá a conjugar en el horizonte del 28-M.

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