De izquierda a derecha, Federico Donaire, director gerente de Hermanas Hospitalarias Málaga, Tomás Urda y Miguel Marcos, director gerente y director médico del Hospital Quirónsalud Málaga

Quirónsalud y Hermanas Hospitalarias, unidos en el tratamiento psiquiátrico

El Hospital Quirónsalud Málaga ha firmado un acuerdo de colaboración con el Complejo Asistencial Hermanas Hospitalarias Málaga para la atención de los pacientes que precisen ingreso en unidad psiquiátrica especializada.

Existe un gran desconocimiento sobre la sintomatología de estas enfermedades, sobre su tratamiento y sobre el sufrimiento que estos enfermos padecen. Por ello, «con este acuerdo queremos garantizar una atención completa, multidisciplinar y personalizada de estos pacientes, ofreciendo un especial cuidado a la salud mental y fomentando con este paso eliminar los estigmas que rodean los problemas mentales y que, en ocasiones, complican el acceso a ayuda profesional», ha destacado Federico Donaire, director gerente del Complejo Asistencial de las Hermanas Hospitalarias.

Importancia de seguimiento y tratamiento

Una de cada cuatro personas en el mundo sufrirá una enfermedad mental a lo largo de su vida. Sólo en España, estas patologías afectan al 9% de la población, siendo una de las principales causas de minusvalía. «Son muchos los pacientes que por el estigma social no lo comentan y muchos son también los que se recorren otras especialidades por síntomas somáticos, como trastornos del ánimo, la ansiedad, los trastornos en la alimentación (anorexia o bulimia), del sueño o alteraciones conductuales», explica la doctora Eva Flordelís, psiquiatra del Hospital Quirónsalud Málaga.

Estas patologías también influyen en la edad infanto-juvenil donde, área en el que «nos encontramos con trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDHA), trastornos del espectro autista (TEA), trastornos del vínculo, afectivos o de conducta y otras dificultades de aprendizaje o del desarrollo como son las incontinencias (enuresis o encopresis), entre otros».

Para todos estos pacientes, sobre todo con enfermedades graves, como la esquizofrenia y la bipolaridad, «es importante el seguimiento para la prevención de recaídas y la rehabilitación». La intervención se basa en la psicoeducación y la educación para la salud, donde se trabaja la conciencia de la enfermedad, la identificación de síntomas que indican una recaída, el cumplimiento de hábitos saludables y la adherencia al tratamiento. Todo ello, durante un ingreso, va acompañado de otras funciones como el control de constantes (tensión arterial, frecuencia cardiaca y peso, principalmente) o la administración de los tratamientos farmacológicos. También se hace seguimiento y monitorización de los efectos adversos de los medicamentos, así como analítico de niveles en sangre, control de parámetros hepáticos, renales, etc. de algunos fármacos como los estabilizadores del ánimo, controles hematológicos para algunos antipsicóticos; lo que hace en muchas ocasiones primordial una atención completa de seguimiento, y, por tanto, el ingreso en una unidad de atención psiquiátrica.

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