Cuando las elecciones municipales aparecen en el horizonte inmediato de las ciudades, los viejos proyectos – esos que nunca mueren pero nunca se realizan- salen a pasear con sus rediseños y nuevas versiones. Este viernes le ha tocado el turno al Campamento Benítez, con su parque metropolitano, su pulmón verde y la catalogación de enclave de referencia para la zona oeste de la capital.
Una política con solera adelantó hace tiempo aquello de que ‘las elecciones se ganan en la Carretera de Cádiz’. En las dos últimas décadas se han transformado zonas como Huelin, Misericordia o Avenida del Pacífico. La regeneración continuará en Sacaba y atravesará el Guadalhorce hasta llegar a esa frontera con Torremolinos.
Málaga crece hacia el oeste. Al nuevo Campamento Benítez se sumó hace unos días el anuncio de la macrourbanización de Rojas Santa Tecla – cerca de 1,5 millones de metros cuadrados – que incluye un campo de golf y 2.900 viviendas en el distrito Churriana (Cortijo de Mazas, El Olivar y el propio Benítez).
Mientras, la ‘zona este’ aparece olvidada, desordenada, carente de actualización. Barrios como Pedregalejo, El Palo, La Mosca o La Araña no han recibido inversiones relevantes en los últimos años. Un ejemplo simb´ólico de este deterioro es la discoteca Bobby Logan, antiguo cine Lope de Vega, en la avenida Juan Sebastián Elcano, que cerró sus puertas hace casi 30 años y emerge como monumento al abandono.
