A Ronald Koeman, desde el primer día, le ha convencido el fútbol de Pedri, el joven canario fichado a la UD Las Palmas. Rápido, imaginativo, seguro y técnicamente cualificado. Con el paso de las jornadas, ha recibido primero la bendición de Leo Messi y con psoterioridad incluso ha pasado a formar sociedad con el argentino, como se demostró en el partido jugado en Valladolid.
La sociedad Messi-Pedri se ha convertido en el argumento futbolístico más positivo de un FC Barcelona en formación que pasea su crisis institucional y balompédica por la Liga Santander y la Champions.
Messi ya entabló relaciones sobre el terreno de juego con anterioridad. Su asociación con el brasileño Neymar fue determinante durante una etapa exitosa del equipo azulgrana.
Y sobre todo su sociedad con Luis Suárez, que ahora sigue marcando goles pero en el Atlético de Madrid. Los pases del argentino y los remates, de verdadero ‘killer’ del área, del uruguayo han sido determinantes durante las últimas temporadas.
Ahora el temor de los aficionados barcelonistas es si el dúo Messi-Pedri se mantendrá en el tiempo. El argentino ya mostró su intención de marcharse del Camp Nou y además su contrato posiblemente no pueda ser un pagado por un Barça que padece la mayor crisis financiera de su historia.