Torres más altas …

Si subes a las terrazas del Málaga Palacio, Molina Lario o el Valeria observarás una imagen diferente de la capital a la de hace tan sólo un año. Al este, las Málaga Towers y el proyecto del hotel del puerto. Al oeste, las torres de Martiricos y el plano de los elevados edificios por los que apuesta el equipo de gobierno del Ayuntamiento en los antiguos terrenos de Repsol.

Torres de Martiricos

La especulación urbanística no descansa. Siempre retorna. Después de las críticas recibidas durante medio siglo a esos mamotretos de 12 y 15 plantas en primera línea de La Malagueta llega la versión siglo XXI que se extiende por distintos puntos de la ciudad. Málaga capital ha entrado en competencia directa con Benidorm y sus ‘Sunset waves’ (Olas al atardecer) o ‘Sunset Cliffs’ ( Acantilados al atardecer), a los que se unen ‘Benidorm Beach’ o el de la avenida Villajoyosa. Una especie de concurso a ver quien la tiene más alta -la torre- dentro del territorio nacional.

Racacielos en Bendiorm

Son los defensores de esa teoría grandilocuente de que ‘El futuro está en el aire’ mientras que en barrios malagueños se intenta reconvertir bajos comerciales en viviendas ante la ausencia de alquileres sostenibles económicamente a bolsillos medios. La Málaga de las torres no se construye pensando en el cliente autóctono sino con el objetivo de atraer público de fuera para terminar muriendo de éxito. Las torres permanecen en el tiempo también como exponentes del camino equivocado para construir un concepto de ciudad.

Y las consecuencias ya se vislumbran en el horizonte cercano. Más de 5.000 malagueños han tenido que abandonar Málaga. Emigran a municipios limítrofes como Rincón de la Victoria o Alhaurín de la Torre, entre otros, donde encuentran precios más asequibles. Y encuentran también calles más limpias, mejor cuidadas y con mayor calidad de vida.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

0 £0.00