Una vuelta por Cantabria

Desde siempre me gustó viajar al norte de España, sus verdes paisajes me hacen sentir una sensación de serenidad que reconforta los sentidos.

‘Verde que endulza las puestas de sol’, que diría Juan Ramón, o que ‘Remata en los cielos su belleza’ como dijo Luis Carrillo, dos poetas andaluces.

Montañas que acarician el cielo, playas de ensueño al abrigo de acantilados bravíos o enmarcadas entre prados, pueblos situados en entornos naturales llenos de encanto e historia y una gastronomía de chuparse los dedos, aunque no esté bien visto, ni bien hecho.

A esta comunidad española no le falta de nada, bueno tal vez una pizca más de calor en algunas ocasiones, pero solo una miaja que se arregla con un ligero jersey. Creo que no se equivocaron a establecer como eslogan lo de ‘infinita

Y para dejar constancia de mis letras, tanto como para los que las conocen como para los que no, paso a describir algunos lugares que hay que visitar de aquella tierruca.

Playas de Costa Quebrada

A pocos kilómetros de la capital de esta comunidad, nos encontramos con las playas de Costa Quebrada, una lección de geología al aire libre, entre ellas podemos destacar, playa de Portio, playa de la Arnía o playa de Valdearenas, si tomamos como referencia de partida la zona de la Costa Quebrada, más pegada a la ciudad de Santander, empezaríamos por la de San Juan de la Canal y terminaríamos por la playa de Los Caballos, entre ellas se encuentran las anteriormente destacadas. Un total 12 playas de punta a punta. Por lo general, están entre acantilados con maravillosos paisajes y como cada uno tenemos nuestras preferencias: la mía es la playa de Valdearenas.

Playa de Valdearenas

Si nos dirigimos a los Picos de Europa, ‘que nombre más propicio para unas viejas montañas como es nuestro continente’, nos encontramos ante una bellísima cordillera montañosa de vértices de más de 2.500 metros de altitud que se extienden a través de la comunidad cántabra, asturiana y de la provincia de León. En la zona cántabra, podemos ascender muy alto y sin ningún esfuerzo en la localidad de Fuente Dé, gracias al teleférico que nos subirá hasta los 1823 metros, desde donde se advierte un mundo diferente en el que disfrutamos de rutas por senderos que nos hacen sentir la belleza y la grandeza de estos maravillosos paisajes de alta montaña. Al que no le guste o no pueda andar, solo desde el mirador, podrá contemplar vistas impresionantes.

Fuente Dé, en los Picos de Europa

Podría extenderme en decenas de sitios para visitar en estas tierras y echarles horas de relatos a cada una de ellas, pero las experiencias personales cuentan más, y eso es lo que pretendo con revelarles algunos lugares que merecen la pena conocer.

Cuevas de Altamira

Podemos hablar de municipios emblemáticos como la famosa Santillana del Mar, con su formidable patrimonio y sus cuevas de Altamira, de Comillas, donde se puede visitar su universidad pontificia o el famoso Capricho de Gaudí un bombón de la arquitectura modernista. También podemos hablar de Potes, en el centro de la comarca de Liébana, conocida como la villa de los puentes y de las torres, y desde dónde podremos hacer una estupenda excursión al desfiladero de la Hermida.

Capricho de Gaudí

Tuve la suerte en uno de mis viajes a Cantabria de ser acompañado y asesorado por uno de los mejores geólogos de la zona, Javier Barba, profesor ya jubilado y gran conocedor del territorio, un tipo erudito en estos asuntos de la geología, buen comedor de cocido montañez y buen conversador.

Tal vez, si viajan alguna vez a Cantabria, lo cual recomiendo encarecidamente, deberían de poner un geólogo en su tránsito, y si no, tampoco pasa nada, no dejen de acudir por ese motivo a contemplar uno de los espectáculos más maravillosos de España.

Potes, en el corazón de la comarca del Liébana

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