Unos Goya de identidad, sobriedad y esperanza

Fue, como todos suponíamos, una gala muy diferente. También sentida, sobria -muy sobria- y original. La apuesta de Antonio Banderas y su Teatro Soho CaixaBank resultó ganadora. Las dificultades eran muchas, pero la ceremonia de los Premios Goya -la segunda celebrada de forma consecutiva en Málaga- cumplió con las expectativas. El cine español, que desde hace mas de dos décadas tiene al Festival de Málaga como uno de sus máximos garantes, volvió a vestirse con sus mejores galas en la capital de la Costa del Sol para hacernos partícipes, pese a las evidentes dificultades, de su profesionalidad y compromiso social.

 Antonio Banderas y María Casado, conductores de la gala de los Goya

La losa de la pandemia no ha sido baladí en nuestro audiovisual, cuya recaudación cayó a la mitad durante el último año, pasando de una pletórica caja de 94 millones de euros en 2019 a unos escasos 43 millones de 2020. Pero, como dice la canción, el espectáculo debe continuar. Y así fue. La gran noche del celuloide nacional no fue como siempre, lo que la hizo única. Ya lo adelantaba el malagueño Antonio de la Torre en la alfombra roja previa a la ceremonia, celebrada en el Hotel Miramar: “Es raro y al mismo tiempo hermoso”. Un sentir común que llenó las butacas vacías del teatro de calle Córdoba y todas las habitaciones de un país confinado.

El malagueño Antonio de la Torre ha participado en la ceremonia

‘Akelarre’, con cinco premios, fue la cinta vencedora en número de galardones, aunque ‘Las niñas’, que recibió los Goya a mejor película, dirección novel, guion original y dirección de fotografía, se convirtió en la triunfadora moral de la velada. Salvador Calvo fue reconocido como mejor director por ‘Adú’, mientras que los actores Mario Casas (‘No matarás’) y Patricia López Arnaiz (‘Ane’) se llevaron los premios a mejor interpretación en su categoría. En los apartados de intérpretes de reparto, los reconocimientos recayeron en Alberto San Juan (‘Sentimental’) y Nathalie Poza (‘La boda de Rosa’), siendo premiados Adam Nourou (‘Adú’) y Jone Laspiur (‘Ane’) como mejores actores revelación.

Alegría en el equipo de ‘Las niñas’ por los cuatro Goya logrados, entre ellos el de mejor película

La guionista Marina Parés, coautora del libreto de ‘Ane’ junto al director de la película, David Pérez Sañudo, fue la única malagueña que salió finalmente victoriosa de las opciones locales a los galardones, en los que también estuvieron representados Kiti Mánver, actriz de reparto de ‘El inconveniente’, y José Antonio Hergueta, realizador del cortometraje documental ‘Paraíso en llamas’.

Banderas y María Casado fueron los encargados de ejercer de maestros de ceremonia de una peculiar velada que arrancó con un homenaje a los profesionales del cine, los técnicos ‘invisibles’ cuyo trabajo resulta imprescindible para que la ‘magia’ del cine se haga realidad. El actor malagueño quiso combatir “la pesadilla de las salas vacías” con una fiesta respetuosa con los “compañeros ausentes” y su profesión: “Somos contadores de historias”, explicó Banderas, que no dejó pasar la ocasión para explicar que el teatro que acogía la gala de los Goya fue anteriormente el Cine Pascualini, la primera sala estable de exhibición de Málaga, inaugurada 1907. Tras un discurso introductorio en el que quiso resaltar la “identidad” del cine español, así como la “esperanza e ilusión” con la que se debe afrontar el futuro.

 

Quinteto en la entrega de premios: Almodóvar, Penélope Cruz, Amenábar, Paz Vega y Bayona

Banderas dio paso a su primer póquer de ases, formado por Almodóvar, Penélope Cruz, Alejandro Amenábar, Juan Antonio Bayona y Paz Vega, quienes entregaron los primeros Goya de la noche. Lo más curioso de la velada, además de la ausencia de aplausos y chistes, fue el recibimiento telemático de los premios. Todos los candidatos, conectados online desde sus casas, recibiendo la noticia de los premios a través de una pantalla, lo que confirió una extraña sensación de irrealidad a la situación. No obstante, el contacto telemático hizo que los agradecimientos fuesen más escuetos que nunca. La gala de ayer, comparada con la de años anteriores, ahorró cerca de una hora de gala a los espectadores, valor que fue muy aplaudido en las redes sociales.

Toque internacional

Por primera vez en la historia de los Goya, una abultada nómina de estrellas de Hollywood mostró su apoyo al cine español en primera persona. A lo largo de la gala se sucedió la proyección de vídeos en los que artistas como Glenn Close, Naomi Watts, Tom Cruise, Margot Robbie, Ricardo Darín, Melanie Griffith, Mel Gibson, Salma Hayek, Charlize Theron, Gael García Bernal, Dustin Hoffamn, Al Pacino o Nicole Kidman, entre otros, piropearon nuestro audiovisual. “Todo mi apoyo al cine español”, dijo rotundamente Robert De Niro, otro de los actores de la campaña ‘I support cine español’ orquestada por Banderas para la ocasión.

Mariano Barroso, director de la Academia de Cine

El director de la Academia de Cine, Mariano Barroso, reconoció que no era la gala que les “hubiera gustado celebrar”, pero admitió que “la fiesta del cine” y el “encuentro” de sus profesionales debía celebrarse pese a las circunstancias. “Por eso estamos hoy aquí”, dijo. También resaltó el compromiso social de cine y apuntó que el 41% de los nominados eran mujeres, “la cifra más alta de la historia”

La cantante malagueña Vanesa Martín fue la encargada de poner con su voz la nota de emoción mientras se recordaba la memoria de aquellos profesionales del cine que nos dejaron este año.

Vanesa Martín

La también malagueña Diana Navaro protagonizó otro de las actuaciones musicales de la noche, en la que interpretó las ‘Coplillas de las divisas’, tema más conocido como ‘Americanos’, el inmortal pasacalle-tanguillo de ‘Bienvenido Mister Marshall’, la cinta más celebrada de Berlanga, de quien se celebra su centenario. El humorista Carlos Latre, caracterizado del personaje de Pepe Isbert en la citada comedia berlanganiana, protagonizó la única nota simpática de una gala en la que la risa más sonora se sucedió tras la intervención de Jon Kortajarena, encargado de anunciar el título de la película de animación ganadora. Siendo ‘La gallina turuleca’ la única cinta a competición, al modelo ni siquiera le dio tiempo a terminar las líneas de su introducción antes de que saltase el vídeo de presentación del filme. Un despropósito que, no obstante, fue de lo más divertido.

 Ángela Molina, Goya de Honor

 

No había público en el Teatro del Soho, razón por la que no se escucharon aplausos. Pero entonces llegó Ángela Molina, premiada con el Goya de Honor. La intérprete dedicó el reconocimiento a sus padres y recordó que su progenitor “cantó en este teatro”. “Que sea Málaga, la tierra de mi padre, mi paraíso, el lugar que la vida escoge para recibir este premio me hace sospechar que el azar es cómplice del amor”, dijo emocionada. Tras esas palabras se escucharon lejanos aplausos, posiblemente a causade una reacción espontánea del personal del teatro, lo que brindó el color de emoción que se echó en falta a lo largo de toda la gala.

Para terminar, la enfermera Ana María Ruiz López anunció el Goya a la Mejor Película, ‘Las niñas’ (cinta que previamente resultó ganadora del Festival de Málaga), en nombre de todos los sanitarios que han cuidado de la salud de los españoles durante la pandemia. El año próximo será Valencia la ciudad que acogerá la gran fiesta de nuestro cine. Será muy fácil, si la situación sanitaria lo permite, ganar en espectacularidad. Lo que tendrán más complicado los valencianos es conseguir que el cine sea tan protagonista como en esta ocasión lo ha sido en Málaga.

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