Japón volvió a temblar este fin de semana. Al menos 150 personas resultaron heridas como consecuencia del terremoto de magnitud 7.1 cerca de la costa de Fukushima. El temblor no ha dejado víctimas mortales aunque sí apagones eléctricos por todo el país.
La mayoría de las lesiones se produjeron por caídas, según recoge la agencia de noticias japonesa Kyodo, que asegura que no ha recibido ningún informe anormalidades en las centrales nucleares de Fukushima I y Fukushima II. La agencia ha informado además de al menos nueve réplicas por encima de la magnitud 4 en la escala de Richter.
El jefe de gabinete del Gobierno nipón, Katsunobu Kato, señaló que unos 950.000 hogares se quedaron sin suministro eléctrico.
Se desborda una piscina nuclear
La operadora de la planta Fukushima Tokyo Electric Power Co confirmó «desbordamiento menor de agua de la piscina que almacena combustibles nucleares», pero no ha observado actividad descontrolada de la radiación.
En Fukushima se han establecido un total de 64 centros de evacuación. El temblor, registrado a 90 kilómetros de la localidad de Namie y con hipocentro a 54 kilómetros de profundidad, se ha percibido en Tokio, donde han vibrado algunos edificios.
Gabinete de emergencia
Por este motivo, y a pesar de que de momento el terremoto no parece haber arrojado daños de consideración, el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, convocó una reunión extraordinaria de su gabinete de emergencia.
Tras la reunión, el primer ministro ordenó al Gobierno que realice una evaluación de los daños del terremoto, que coordine la respuesta de rescate, si fuera necesaria, y que publique la información que pueda interesar a la población.
La zona fue escenario en 2011 de la mayor catástrofe natural de la historia reciente de Japón, cuando un seísmo de magnitud 9 y la posterior ola gigante dejó más de 15 mil fallecidos y provocó una crisis radiactiva sin precedentes en la central nuclear de Fukushima.