Expresiones como ‘una ronda’ o ‘la penúltima’ adquieren otro significado en este mundo-pandemia en el que la hostelería de Málaga y la Costa del Sol vive el peor momento de su historia. Un recorrido por la capital en este inicio de febrero es prácticamente un abono a la tristeza. El escenario de comercios y bares cerrados genera un escenario sombrío alterado exclusivamente por las aperturas de supermercados, peluquerías y bancos.
Javier Frutos ha cumplido dos años al frente de Mahos, la asociación de los hosteleros malagueños.
JCB- ¿Es el peor momento para la hostelería local desde que comenzó la crisis del coronavirus?
Javier Frutos- Sí. La situación es muy crítica, insostenible. Llevamos prácticamente un año desde que nos cerraron por primera vez – 14 de marzo – y sencillamente no podemos continuar de esta manera. Estamos siendo el sector sacrificado en la crisis sanitaria. Las medidas siempre se toman contra negocios de hostelería y comercios.
Las administraciones están teniendo una empatía cero con el sector de la hostelería
P.- ¿Esta tercera ola está activando el cierre de establecimientos?
R.- Entre los negocios que ya han cerrado y los que se lo plantean podemos superar el 40 %. Abiertos perdemos más que cerrados, tenemos gastos de alquiler, agua, luz, pago de impuestos… y ahora en 15 días nos enfrentamos a una situación sin ningún tipo de ingresos. Si continuamos con esta dinámica hay asociados con problemas ya para comer y atender necesidades básicas.
P- ¿Piensas que se está señalando a la hostelería como foco de contagio?
R.- Estamos de acuerdo en que el aspecto sanitario es primordial, pero con la hostelería cerrada no mejoran las cifras y las vacunaciones van a un ritmo muy lento. La situación anímica es de un pesimismo brutal, psicológicamente es muy duro y el peligro es para empresarios y trabajadores.
Estamos siendo el sector sacrificado en la crisis sanitaria
P.- ¿Llegan realmente las ayudas?
R.- Las administraciones están teniendo una empatía cero con el sector de la hostelería. Los ICO son un arma de doble filo y esta situación no hay empresa que la pueda aguantar. Hemos hecho una simulación de un restaurante-tipo, local medio, y en nueve meses se pueden generar 60.000 euros de pérdidas.
P.- ¿Os planteáis otro tipo de medidas?
R.- Nos estamos asesorando con un equipo jurídico para presentar demandas contra el Estado y la comunidad autónoma. Necesitamos ayudas para sobrevivir.
