Berlín, la ciudad del reencuentro

Si nos dirigimos al noreste de Alemania llegaremos a su ciudad más emblemática desde mi punto de vista, Berlín, por su importancia histórica y por acontecimientos significativos relativamente recientes.

Cruzada por varios ríos, casi todos afluentes del principal Spree, fue capital en diversas ocasiones de los diferentes estados que en ese territorio se sucedieron.

Como el lector conocerá uno de los acontecimientos más relevantes del siglo XX, sucedió en esta ciudad, que se convirtió en símbolo de la libertad, y por la que, por la falta de la misma, tantas personas sufrieron bajo el yugo de un régimen comunista que les robo su soberanía e independencia y les sometió a un confinamiento e incomunicación involuntario durante casi 30 años.

El miedo y la incertidumbre quebrantaron los nervios, las esperanzas y la seguridad íntima de los habitantes de la zona occidental. La demolición del ominoso paredón, en noviembre de 1989, hizo que la sonrisa alegre volviera a la cara de los alemanes.

Derribo del muro de Berlín

Aquello supuso la reunión de familias rotas y amigos deseosos de esperados abrazos, por eso todavía en esta ciudad a pesar de los años que han pasado de ese acontecimiento liberador se respira el bálsamo y el vigor que proporciona la resistencia y la independencia.  Los alemanes berlineses volvieron a sentir que el futuro de alguna manera estaba de nuevo en sus manos. Futuro que, por otro lado, unos años antes, también, les había robado un régimen fascista que hizo de esta ciudad un ejemplo de la infamia más envilecedora.

Después de este brevísimo resumen de la historia reciente de esta ciudad, mi intención es invitarles a visitar Berlín y nunca se arrepentirán de ello. Berlín es una ciudad que aprendió de sus sufrimientos y de su historia y que se reconstruyó de diversas maneras: estética, artística, cultural y emocionalmente.

Les aseguro que pasear hoy en día por sus calles es un verdadero placer.

Podemos empezar por la Unter den Linden, a la que Marlene Dietrich le cantó a sus renombrados Tilos, el boulevard más famoso que recorre todo el centro histórico de la ciudad hasta llegar a la Puerta de Brandeburgo. Lo mejor si se puede es hacerlo tranquilamente en bicicleta, disfrutará de la arteria principal de Berlín, contemplando sus numerosos árboles y sus preciosos edificios de los siglos XVII y XVIII.

Oranienburger Straße esta calle es colorida y alegre, está en el distrito de Kreuzberg, es una vía de la cultura alternativa de Berlín. Restaurantes, bares, discotecas, tiendas de moda y tiendas de segunda mano se encuentran por todas partes. Esta calle es un lugar de encuentro para mucha gente de Berlín, tanto de día como de noche.

Oranienburger Straße

Kurfurstendamm, la calle levantada de sus cenizas y lugar de moda, también es, una de las calles principales del centro de Berlín, reconstruida del antiguo Berlín occidental.  Al fondo de la misma, podemos visitar la iglesia luterana conocida como Gedächtniskirche (iglesia del recuerdo), en la plaza Breitscheidplatz, que, tras ser destruida en la Segunda Guerra Mundial, se ha conservado en estado de ruina como memorial.

 

Para no aburrir al lector les diré que hay muchas calles en esta ciudad dignas de una visita, en la mayoría de ellas encontraran un motivo para concurrir, bien por sus edificios, monumentos, locales, restaurantes, bares, museos o lugares para oír música, como por ejemplo Quasimodo club de jazz o Yorckschlosschen un clásico de Berlín. Asimismo, es una ciudad llena de festivales musicales durante todo el año, conciertos de rock, pop, música electrónica, tecno, y por supuesto música clásica y la antes mencionada música de jazz. Por lo general todos se celebran entre los meses de mayo y septiembre. Seguramente, debido a la pandemia, muchos de ellos estarán restringidos de alguna manera.

Berlín, una ciudad repleta de festivales

Los que se consideren expertos o amantes de la cerveza se encontrarán en un verdadero paraíso, donde saciarán su sed con múltiples opciones de marcas o con estupendas cervezas artesanales en los cientos de bares, pubs o mercados callejeros de esta ciudad. La cultura cervecera de esta urbe tiene mucho que ofrecer.

No puedo dejar de mencionar  los más famosos monumentos y museos de Berlín. De estilo neoclásico, el más conocido sin duda es la puerta de Brandeburgo, situada en la plaza de París, al final de la avenida Unter den Linden. Esta arquitectura fue reconstruida en 1957 bajo una fuerte polémica de las autoridades berlinesas y de nuevo fue restaurada entre el 2001 y el 2002.

Puerta de Brandeburgo

Se debe de visitar, sin duda, el memorial del holocausto y caminar entre sus 2711 losas, que simbolizan una catástrofe para la humanidad, plasmada en bloques de cemento.

En el parque Tiergarten se encuentra la columna de la Victoria, desde la cima se  tiene una vista panorámica de todo el parque.

Particularmente hay un monumento que recomiendo visitar y es el del famoso poeta y filósofo Johann Christoph Friedrich Schiller, en mármol blanco. Se encuentra sobre un pedestal en medio de cuatro fuentes semicirculares.  Hoy día luce espléndido en la plaza Gendarmenmarkt, una de las más bellas de Berlín. Y así decenas de monumentos que no describiré ni mencionaré para dejarlos a la curiosidad y la averiguación del futuro visitante.

Altar de Pérgamo

En cuanto a los museos, diríjanse a la conocida isla de los museos, es un complejo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está formado por cinco prestigiosos museos que albergan colecciones arqueológicas y de arte. Museo de Pérgamo, Museo Nuevo, Antigua Galería Nacional, Museo Bode y Museo Antiguo.

Pero como siempre, les invito a conocer Berlín personalmente, vivan la experiencia, seguro que no la olvidarán.

Bis bal

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