La Diócesis de Málaga ha apartado de sus tareas al sacerdote investigado por presuntamente quebrantar una orden de alejamiento de una mujer que, al parecer, era su pareja.
El cura estaba hasta ahora como párroco de las localidades malagueñas de Canillas de Aceituno, Sedella y Salares y no volverá a realizar el ejercicio sacerdotal en la provincia.
La Guardia Civil detuvo esta semana a dicho cura por el presunto quebrantamiento de una orden de alejamiento tras la denuncia interpuesta por una mujer, también de nacionalidad venezolana, que dice haber convivido con él siendo ambos pareja.
En el comunicado remitido por la Diócesis de Málaga se expresa que «Roberto Bocanegra es un sacerdote de la Diócesis de San Fernando de Apure (Venezuela), que se encuentra actualmente en Málaga realizando una experiencia pastoral temporal. El Obispado de Málaga le apartó de sus tareas pastorales en la Diócesis de Málaga al tener conocimiento de la denuncia por saltarse una orden de alejamiento».
«Sin perjuicio de su presunción de inocencia, este Obispado ha iniciado el procedimiento para rescindir el convenio de colaboración entre ambas Diócesis, por lo que deja de ejercer su ministerio en la Diócesis de Málaga», añaden desde la Diócesis.
Por otra parte, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Málaga tiene abierta una investigación sobre el sacerdote, que fue detenido por presuntamente quebrantar una orden de alejamiento de una mujer. El denunciado permanece en libertad provisional y contra él no se ha dictado ninguna orden de alejamiento por parte de este órgano judicial malagueño.
