Como si fuera una maldición futbolística dos de los últimos presidentes del Málaga CF han estado atentos a las resoluciones de los juzgados en el comienzo de esta semana. El jeque Al-Thani despachó vía videoconferencia su cita en la Ciudad de la Justicia y a Fernando Puche le conceden 48 horas para entrar en prisión.
Desgraciadamente existe una conexión perversa entre el fútbol malagueño y los tribunales. Quizá, por ello, el ‘presidente’ actual sea un administrador judicial con todas las connotaciones negativas que conlleva en el sector deportivo.
Sorprendentes las declaraciones del presidente de la LFP, Javier Tebas, al preferir el Málaga actual a aquel de Dortmund que estuvo muy cerca de llegar a las semifinales de Champions. La frivolidad-Tebas, economía aparte, no es compartida en la grada de La Rosaleda.
Con total seguridad, el presidente de los clubes no presenció este lunes el partido de Oviedo, donde el Málaga ofreció otra imagen decepcionante y confirmó su estancia en posición de descenso a Segunda División B. Quizá si hubiera una desgracia debería aparecer Tebas para consolar a los socios, unos aficionados que no pueden pedir la dimisión del administrador-presidente-gestor. ¿Hasta cuándo?.
