Una vecina malagueña ha conseguido que el portal de su casa, ubicado en el número 23 del paseo marítimo Ciudad de Melilla, se haya convertido en patrimonio histórico.
La historia, recogida por Nacho Sánchez en Icon, está protagonizada por Marina Benavides que comenzó este camino cuando se enteró de que sus vecinos querían reformar el portal.
El edificio de 16 plantas es obra del arquitecto Antonio Lamela, y por su estilo se trata de una de las primeras obras en las que Málaga se abrió a la modernidad, construido entre el 1967 y 1971.
«El edificio residencial Melilla 31 forma parte de la imagen del litoral de Málaga desde finales de la década de los años sesenta del siglo XX, situado en La Malagueta, es exponente de una arquitectura contemporánea de indudable calidad y armonía», comenta el Boletín de la Junta de Andalucía.
«En su conjunto, todo el edificio es depositario de una arquitectura culta, a caballo entre la sencillez del racionalismo y un refinamiento plástico inusual en este periodo», han añadido desde la Junta, que indica que no será reformado y que empezará a formar parte del patrimonio histórico de la ciudad.
