Pasión, trabajo, retos, convencimiento ante cualquier pulso, son conceptos que definen a Carmen Calvo cuando la exministra habla de sus años al frente de todas las difíciles negociaciones y proyectos culturales que acometió en su etapa de consejera del ramo en la Junta de Andalucía y al frente del Ministerio. Una especie de sesión continua que sorprendió al embajador de Estado Unidos, quien comprobó la personalidad de Calvo y su coraje en el complejo asunto de la empresa Odissey y el tesoro de la Mercedes hundida por los ingleses. “Es curioso que fuesen dos cordobeses, separados en los siglos, los que batallasen por la dignidad de lo que significó el hundimiento de La Mercedes”. Una de las muchas coincidencias en la trayectoria profesionales de Carmen Calvo que fueron surgiendo en la conversación con el periodista cultural Guillermo Busutil, director de los II Encuentros de Territorio Común, organizados por Fundación Manuel Alcántara con el patrocinio de la Fundación Unicaja, que la presentó como una mujer y una política definida por las dos C de sus nombre, Cultura y Compromiso. Dos de las cualidades de la exministra que en su periplo andaluz y nacional realizó una gestión transversal por los museos, el mundo del libro, el del cine, el de la Memoria Histórica y el de la defensa de los derechos de autor.
“La cultura es un sacramento, no te la quitas nunca” le respondió a Guillermo Busutil cuando éste repasó su incansable labor en un sector del que defendió, ante la pregunta del periodista acerca de la precariedad del gremio antes y más aún después de la pandemia, la necesidad de incrementar más presupuestos, incidiendo en que “todos los recursos que se dediquen a cultura son un gasto productivo. Una evidencia cuyo ejemplo es Málaga con la apuesta de Francisco de La Torre por el proyecto de la ciudad de los museos». Esa misma apuesta la simbolizó la exministra al hacer realidad en 2003, junto con Christine Picasso y Carmen Jiménez, el Museo Picasso Málaga. Tres damas, sobre las que Busutil señaló la personalidad y el empeño en el buen desenlace de una compleja operación del Estado que redefinió en Málaga el concepto del turismo. “Las tres nos conjuratamentamos en un objetivo común que tuvo que sortear muchos obstáculos, exigencias y negociaciones para hacer posible el sueño de Picasso de que en su tierra hubiese un museo con su obra”.
Exigencias, obstáculos, en torno a Picasso sobre el que Busutil le planteó a Carmen Calvo si después de los actos conmemorativos de los 50 años de la muerte del pintor en 2023, y que han unido a España y a Francia en la efeméride, Picasso será español o será francés. La vieja disputa de la denominación cultural, a la que los catalanes hace años se sumaron convirtiendo al malagueño en una especie de Cristóbal Colón del arte contemporáneo. “2023 será el gran desembarco de Picasso en el mundo, habrá exposiciones suyas en Estados Unidos, en los tres grandes museos de Londres, y en el Prado donde se expondrá un diálogo inédito de Picasso con El Greco, a quien tanto admiraba por la distorsión de sus figuras. Y te aseguro que el presidente Macron tiene muy claro que será España la que timonee el evento Picasso 2023”.
El Prado expondrá un diálogo inédito de Picasso con El Greco, a quien tanto admiraba por la distorsión de su figura»
La conversación abordó otros retos a los que se enfrentó Calvo como las obras de ampliación del Museo del Prado a cargo de Moneo, la primera obra de España con certificado energético y en la que como apuntó la exministra «se utilizaron materiales de los cinco continentes y sacaron al Prado del siglo XIX para ponerlo en el siglo XXI». Un museo del que Busutil preguntó si después de El Quijote, era el otro gran libro de la cultura española que todo español debe leer, y a lo que Calvo respondió que sin duda alguna lo era y que “desempeña un papel primordial en la educación de la mirada de los más jóvenes, en el goce de la sensibilidad de los mayores y en eje de la cultura del arte que representa Madrid con el Prado, el Museo Thyssen y el Reina Sofía”.
Igualmente plantearon en su conversación la importancia de la arqueología “sobre todo en una península que fue el pasillo de trasiego de la Historia”. La razón por la que trabajó por la calidad del museo arqueológico de Córdoba, el nacional de Madrid y por la que elogió el arqueológico de Málaga. La necesidad de un Pacto de Estado por la lectura, la revisión de la Ley de Antipiratería, ahora que internet difumina fronteras, y la defensa de la política que Carmen Calvo considera que “no es una profesión sino una pasión que requiere profesionales cualificados y realmente comprometidos con ella” fueron otros asuntos que centraron la segunda conversación. El II ciclo de Territorio Común que abrochará el escritor Manuel Rivas el próximo jueves 25 de noviembre.
