Dicen muchos malagueños que vivimos tiempos raros y no exclusivamente por los efectos que el coronavirus está generando en el día a día. Si miramos al cielo y entramos en materias meteorológicas, está claro que aquel sobrenombre de ‘febrerillo, el loco’ ha adelantado su llegada y nos ha situado ante un mes de enero intenso y cambiante.
La visita de Filomena hizo descender el termómetro hacia registros no conocidos en la Costa del Sol, aunque la incidencia más sobresaliente se produjo en el interior con la aparición de nieve en varios puntos de la provincia.
Ahora una masa de aire cálido va a provocar que a partir de este viernes se alcancen los 26 grados en zonas de la Axarquía e incluso en la capital malagueña. Vamos asistir a un tiempo primaveral cuando todavía restan cerca de dos meses de invierno.
En lugares como Vélez el termómetro ya ha llegado a los 23 grados y se espera también una subida de las mínimas en toda la provincia.
Se divisa para despedir enero una especie de ‘operación chiringuito’ para tomar una cerveza o incluso comer cerca del mar, aunque lógicamente cada uno dentro de su municipio y esperando que las tasas de contagios inicien una esperanzadora bajada.